La familia de Sara Gómez insiste en que la jueza procese también por estafa al cirujano que la operó

La familia de Sara Gómez, la mujer que murió en Año Nuevo de 2022 tras un mes en la UCI por una lipoescultura, quiere que la jueza instructora procese al médico que la operó no solo por homicidio por imprudencia, sino también por estafa, falsedad, omisión del deber de socorro e incluso homicidio doloso.

La jueza hacía público hace apenas unos días su auto de procesamiento en virtud del cual abocaba al banquillo al cirujano que operó a la vecina, al anestesista y a ocho facultativos del Santa Lucía. Los familiares de Sara, no obstante, consideran «un insulto» la imputación de estos sanitarios y el hecho de que compartan banquillo con los que ellos creen que son los principales responsables del deceso: el cirujano y el anestesista.

La familia de Sara Gómez considera "un insulto" la imputación de los ocho médicos del Santa Lucía

El doctor, según tiene claro la familia de la mujer, «actuó movido por un ánimo de lucro» y «era consciente de que suponía un grave riesgo para la integridad física de la paciente».

La vecina, madre de dos hijos, se había hecho una abdominoplastia y una liposucción a la vez en enero de 2021, menos de un año antes de la operación mortal, por lo que el doctor que la intervino entonces explicó a su paciente que no era recomendable que entrase en quirófano tan pronto.

Sara Gómez, no obstante, quería volver a hacerse una intervención estética, pero este doctor se negó a hacerla. Recurrió entonces al ahora procesado, del que creía que era un médico con experiencia.

A juicio de la magistrada, Sara Gómez se puso en manos del principal investigado al creer que «se trataba de un médico cirujano plástico de reconocida experiencia, el cual utilizaba una técnica innovadora, tal y como el propio doctor indico en conversaciones privadas mantenidas con Sara», por lo cual la mujer decidió que la operase él.