Violencia sexual

Intenta violar a una joven con discapacidad intelectual en casa de su suegra en Beniaján

La mujer, sobrina de la esposa del agresor, había acudido a la vivienda de la anciana para cuidarla cuando el hombre la asaltó

Un momento de la protesta contra la violencia machista el 25N en Murcia.

Un momento de la protesta contra la violencia machista el 25N en Murcia. / Israel Sánchez

Ana Lucas

Ana Lucas

Un hombre que ahora tiene 54 años ha reconocido que intentó violar a una joven con discapacidad intelectual, sobrina de su esposa, en casa de su suegra en la localidad de Beniaján, en Murcia.

La víctima, sobrina de la esposa del agresor, había acudido a la vivienda de la anciana, que era su abuela, para cuidarla cuando el individuo, su tío político, la agredió sexualmente, como admitió en sede judicial, donde pactó una pena de dos años de cárcel, aunque no llegará a ingresar en el penal.

Los hechos que ahora tienen sentencia, la dictada por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Murcia, tuvieron lugar en octubre de 2020, unos meses después de dejar atrás el confinamiento que había supuesto la pandemia de coronavirus. El varón, que hasta entonces carecía de antecedentes penales, acudió a la vivienda de su suegra y ahí se encontró con la chica, la cual vivía habitualmente con sus padres, aunque había ido al domicilio puntualmente para hacerse cargo de la abuela.

El individuo admite lo que hizo y pacta dos años de cárcel, aunque no llega a ingresar en prisión

La joven se fue a uno de los dormitorios de la casa y se echó en la cama a mirar un rato el móvil. Entonces el sujeto fue detrás. Tal y como se lee en el relato de hechos probados de la resolución, difundida de forma pública por el Poder Judicial, el agresor sexual entró, cerró la puerta, se acostó en la cama, agarró su víctima y «sujetándola con fuerza por el brazo izquierdo, comenzando a acariciarla, metiéndole la mano por la zona del cuello de la camiseta y palpándole los pechos».

"Guapa, preciosa"

La joven intentó zafarse y comenzó a darle codazos, sin éxito, porque el agresor la tenía agarrada. Intentó desnudarla y llegó a bajarle tanto los pantalones como la ropa interior, mientras le decía ‘guapa, preciosa, cariño mío’. Hasta que la chica acabó propinándole dos codazos con los que logró soltarse y salir del cuarto. 

A la hora de dictar sentencia, la Audiencia Provincial de Murcia tiene en cuenta que la víctima posee «una discapacidad intelectual moderada con disminución de sus capacidades cognitivas, intelectivas y volitivas, circunstancia de la que era conocedor el acusado». 

En estricta conformidad de las partes, en una sentencia que es firme, el sujeto es condenado a dos años de prisión por un delito de agresión sexual y a indemnizar a la joven con 6.000 euros, de los que ya consignó 3.000. Se le suspende la pena privativa de libertad con la condición de que no delinca en tres años y abone la indemnización a su víctima.

Tracking Pixel Contents