Operación

Cae la banda que asaltó la casa del tatuador Joaquín Ganga en Murcia

El grupo armado también desvalijó viviendas de lujo en Cádiz, Málaga, Sevilla, Córdoba, Alicante e incluso Portugal

Desarticulan el grupo que asaltó el chalé de Joaquín Ganga

Guardia Civil

La Opinión

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A mitad del mes de diciembre, una banda de atracadores profesionales asaltaba el chalé que el famoso tatuador murciano Joaquín Ganga tiene en el monte en Murcia. El suceso se produjo, apenas días después de que el creador de contenido Nil Ojeda mostrase en su canal de YouTube la mansión, con todo lujo de detalles y con referencias explícitas a los objetos de valor que este profesional, originario de El Palmar, atesoraba en su hogar. Los delincuentes lo vieron y la lujosa casa fue uno de sus objetivos.

Ahora, la Guardia Civil ha desarticulado, en el marco de la operación 'BOP', un violento grupo criminal que asaltaba viviendas de lujo en diversos puntos de la geografía española y al que se le atribuyen al menos 16 robos y la sustracción de efectos por valor de unos 10 millones de euros. Son, supuestamente, los que desvalijaron la casa de Ganga.

Maniataban a punta de pistola

La actividad de este grupo criminal se caracterizaba por el alto nivel de violencia, dado que los asaltantes maniataban a los residentes y los llegaban a amenazar con armas de fuego. También destacaban por su gran especialización para ocultar su actividad y burlar las medidas de seguridad, ha indicado el Instituto Armado en un comunicado.

La investigación arrancó en junio cuando los agentes de las áreas de Patrimonio de las Unidades Orgánicas de Policía Judicial (UOPJ) de las Comandancias de la Guardia Civil de Algeciras y de Sevilla después de que se dieran varios robos en la lujosa urbanización de Sotogrande.

Los trabajos de los investigadores se vieron obstaculizados inicialmente por las diversas estrategias que el grupo empleaba para evitar la persecución policial, ya que ejecutaban los robos en campañas periódicas, posteriormente regresaban a su país de origen, Albania, y finalmente volvían a España cuando disminuía la actividad policial.

A pesar de estas precauciones, los investigadores detectaron la llegada a España de varios miembros del grupo, quienes se reunieron inicialmente en varios lugares, como Barcelona, Alicante, Murcia y Málaga, para finalmente establecer una "base de operaciones" en un chalet cercano a La Puebla de Cazalla, en Sevilla.

Cuando fue posible situar esta base de operaciones, los agentes incrementaron la intensidad de vigilancias y seguimientos para rastrear a todos los integrantes de la organización, y contrarrestar las especializadas técnicas de camuflaje y ocultación que empleaban.

Los robos

La investigación ha revelado que este grupo criminal ha consumado varios robos violentos por toda la geografía española, actuando principalmente en urbanizaciones de lujo.

Durante los asaltos, los integrantes del grupo criminal ocultaban sus rostros, vestían completamente de negro y usaban guantes. Solo se interesaban por dinero, joyas y objetos de lujo que pudieran transportar fácilmente en mochilas hasta un vehículo de apoyo que les esperaba en el exterior de las viviendas. Estos automóviles eran de gran cilindrada, llevaban matrículas falsas y se utilizaban para la huida.

No dudaban maniatar a las víctimas y amenazarlas con armas de fuego u objetos contundentes para obligarlas a revelar los lugares donde ocultaban dichos objetos.

En la operación se ha detenido a los siete miembros principales del grupo criminal, todos ellos de origen albanés e incautar diversos efectos sustraídos.

En total, se intervinieron 44.500 euros, 23.700 dólares americanos y 603.000 grivnas a ucranianos, así como varios lingotes de oro y numerosos objetos de marcas de lujo, como bolsos, zapatos, cinturones o prendas de ropa.

Además, se hallaron dos de los vehículos usados en los robos, en cuyo interior se encontraban cajas fuertes y las herramientas utilizadas para forzar los accesos a las viviendas junto a numerosos teléfonos móviles, material de radiotransmisiones que utilizaban durante sus asaltos y la vestimenta y el calzado de color negro que utilizaban.

Los investigadores no lograron encontrar los objetos más valiosos robados en los asaltos en un primer registro, pero convencidos de que el resto debía estar en la finca, decidieron realizar un segundo rastreo más exhaustivo utilizando detectores de metales en el exterior de la vivienda.

Así hallaron enterradas tres armas de fuego empleadas en los robos y varios recipientes que contenían una gran cantidad de joyas y relojes de todo tipo.

Se cree que el valor de los efectos recuperados, según las primeras denuncias, puede superar los 10 millones de euros y hasta el momento se han esclarecido 16 robos cometidos en Cádiz, Málaga, Sevilla, Córdoba, Murcia, Alicante y Portugal.

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