Vandalismo

Pintan una esvástica nazi en el Jardín de la Memoria de Águilas

La pintada se realizó en una placa que recuerda a los nueve vecinos del municipio que fueron deportados a campos de exterminio nazis

Pintan una esvástica nazi en el Jardín de la Memoria de Águilas.

Pintan una esvástica nazi en el Jardín de la Memoria de Águilas. / L.O.

La Opinión

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En la madrugada del 8 de enero, el Jardín de la Memoria de Águilas fue escenario de un nuevo ataque vandálico contra el monolito que recuerda a los nueve vecinos del municipio deportados a campos de exterminio nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Una esvástica nazi fue pintada sobre la placa que recoge los nombres de las víctimas. El suceso ha provocado una ola de indignación entre asociaciones memorialistas, historiadores y ciudadanía.

Este lamentable hecho supone el tercer ataque contra este memorial en los últimos años. En 2019, el monolito fue objeto de un robo en el que desapareció la placa conmemorativa y se arrancaron las flores que lo decoraban. Posteriormente, en 2020, el monumento fue nuevamente profanado con una pintada que rezaba: "Tiempo de rojos, hambre y piojos". Ahora, la repetición de este tipo de actos evidencia una preocupante persistencia de comportamientos intolerantes y antidemocráticos.

Condena al ataque

La asociación cultural Amanecer 31, que trabaja en la recuperación y preservación de la memoria histórica, ha condenado enérgicamente este nuevo acto de vandalismo. En sus declaraciones, la entidad ha señalado que "es un acto profundamente hiriente y una muestra del analfabetismo histórico que aún persiste en nuestra sociedad". Además, ha reclamado un compromiso más firme por parte de las autoridades locales para impulsar políticas memorialistas que fomenten el conocimiento y el respeto por los valores democráticos.

"Este tipo de acciones son el resultado de la ignorancia histórica que, si no se combate, fomenta la intolerancia y el odio. Necesitamos más educación y más memoria", han subrayado desde la asociación.

Por su parte, el historiador local y delegado en la Región de Murcia de la Amical de Mauthausen y Otros Campos, Pedro Javier López Soler, también ha condenado el ataque, calificándolo de "una muestra de violencia simbólica que busca dañar la memoria y dignidad de quienes sufrieron la barbarie nazi". López Soler ha insistido en la importancia de proteger espacios como el Jardín de la Memoria, que representan "no solo un homenaje a las víctimas, sino un recordatorio para las generaciones futuras de los peligros del odio y la intolerancia".

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