Tribunales

Abusa sexualmente de una alumna de la Escuela de Infantería de Marina de Cartagena en la cena de fin de curso

El hombre, encargado de la cantina de este centro de formación de militares, siguió a la mujer hasta el baño, la empujó contra la pared y la sometió a tocamientos contra su voluntad

Exterior de los juzgados de Cartagena.

Exterior de los juzgados de Cartagena. / Ivan Urquizar

Ana Lucas

Ana Lucas

El Juzgado de lo Penal Nº 3 de Cartagena ha condenado a un individuo por abusar sexualmente de una alumna de la Escuela de Infantería de Marina de esta ciudad en la cena de fin de curso. Tal y como se lee en la sentencia, a la que ha tenido acceso este diario, el agresor, que era el encargado de la cantina de este centro de formación de militares, siguió a la mujer hasta el baño, la empujó contra la pared y la sometió a tocamientos contra su voluntad. Su condena: una multa de 3.600 euros y una indemnización de 3.000.

Los hechos tuvieron lugar en julio de 2022. El relato de hechos probados de la resolución explicó que este sujeto estaba en un bar, ubicado en la Plaza de San Francisco de la ciudad portuaria, "celebrando junto con mandos militares y estudiantes el fin del curso de formación de militares en la Escuela de Infantería de Marina, después de haber comido todos ellos en el Club de Cabos". Habían ido al bar a tomar unas copas.

"Me pones muy malo"

Cuando la víctima fue al baño, el hombre se fue detrás y "mientras esperaban su turno, se aproximó, la cogió por la cintura y le dijo 'que le ponía cachondo y que se ponía muy malo'. Ella se fue, ante la incomodidad de la situación, y acudió a la planta superior del bar, donde había otros aseos".

El sujeto volvió a seguirla y fue cuando "la empujó sorpresivamente contra la pared, poniéndole las manos en los pechos, repitiéndole las misas frases que antes y consiguiendo darle besos en la boca, llegando a introducirle la lengua, aunque ella trató de esquivarlo".

La mujer lo apartó, pero él siguió insistiendo; ella le repetía que se quería ir, mientras que el hombre le preguntaba si estaba segura de ello, cesando finalmente el acusado en su conducta".

La víctima denunció. Hace un año, el Juzgado condenó al individuo "como autor de un delito de abusos sexuales, a la pena de 20 meses de multa con cuota diaria de 6 euros, (3.600 euros), y a la pena de dos años de prohibición de comunicación y aproximación a menos de 50 metros respecto de la mujer, así como al abono de las costas procesales, debiendo indemnizar a ésta en la cantidad de 3.000 euros en concepto de daño moral".

A la hora de fijar la indemnización, se tiene en cuenta "la entidad del abuso, la edad de la víctima, que el mismo se produce por un conocido que trabajaba en la cantina donde ella hacía las prácticas, el estado de nerviosismo y angustia de la denunciante tras los hechos que fue descrita por el testigo, pero también se tiene en cuenta que no consta que haya presentado o presente en la actualidad lesión o daño psicológico derivado de los hechos aquí enjuiciados".

Recurre a la Audiencia

El hombre puso un recurso ante la Sección Quinta de la Audiencia Provincial, con sede en Cartagena. Apeló al principio in dubio pro reo (que dice que, en caso de duda, por falta de pruebas, se favorecerá al acusado) y dijo que hubo "contradicciones" entre el relato de la víctima y el de un testigo.

La Audiencia, al desestimar el, recurso, valora la "declaración coherente y espontánea" de la mujer, tanto en la Comisaría como en sala. Confirma la sentencia y declara de oficio las costas.

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