Judicial

Abusa de su ahijada durante un año tras su Comunión y llega a morderle en la boca en Murcia

La víctima se lo contó a su madre cuando vieron juntas una noticia sobre la agresión sexual a una menor y la pequeña preguntó: "Lo que me hace el padrino, ¿qué es?"

Una niña de comunión durante su sesión fotográfica.

Una niña de comunión durante su sesión fotográfica. / R.D.C.

Ana Lucas

Ana Lucas

Un individuo ha sido condenado a once años y medio de cárcel por un delito continuado de abuso sexual con prevalimiento. La víctima, una niña que tenía 9 años en el momento en que comenzaron los ataques (él tenía 50). Cuando salga de la cárcel, el sujeto, que indemnizará a la menor con 8.000 euros por los daños morales causados, estará nueve años más en libertad vigilada.

Los hechos que ya tienen sentencia se alargaron durante más de un año, hasta que la víctima se lo contó a su madre. Ambas vieron una noticia en que se hablaba de la violación sufrida por una menor, la mujer dijo a su hija que nunca abriese la puerta a desconocidos y la pequeña respondió: «Y lo que me hace el padrino, ¿qué es?» Fue entonces cuando la madre tuvo conocimiento de que la niña había estado sufriendo abusos por parte del adulto. Al día siguiente, acudió a denunciar.

Ocurrió en un domicilio del municipio de Murcia, en el que residían el ahora condenado y su esposa, ambos padrinos de Bautismo y Primera Comunión de la pequeña. Los abusos comenzaron poco después de recibir la chiquilla este sacramento. La niña se quedaba en la casa de ambos y, cuando el hombre se quedaba a solas con ella, aprovechaba para someterla a tocamientos que fueron a más, pese a que ella le rogaba, incluso llorando, que parase. 

En su testimonio, la víctima llegó a detallar que, una vez que él fue a besarla en los labios, ella los cerró con fuerza, pero el adulto llegó a morderle.

Él lo niega todo

El procesado, por su parte, aseguró que jamás había tocado a la niña, a la que calificó de «chica rebelde». De hecho, declaró que ella había amenazado a sus padres con no tomar la Comunión si sus padrinos eran otros: lo quería a él y a su esposa, subrayó.

A la hora de dictar sentencia, la Audiencia Provincial de Murcia se apoya en la declaración de la niña, la cual considera creíble

«La menor relata abusos sexuales por parte de su padrino, narrando cinco eventos desde un día que se queda a dormir en su casa tras haberlo elegido como padrino, hasta una ocasión en marzo, consistentes en tocamientos de pecho, vaginales, besos, mordiscos en la boca, sexo oral vaginal e introducción digital en vagina; como se explica en el análisis de la validez, no se aprecian motivaciones o presiones para declarar en falso ni otras características o inconsistencias significativas que afecten a la validez del testimonio aportado por la menor», precisa la sentencia.

El tribunal también hace alusión «a la prueba psicológica administrada, Sistema de Evaluación de Niños y Adolescentes (SENA)», en virtud de la cual «la menor muestra puntuaciones significativas en Sintomatología Postraumática, siendo la misma consistente con los supuestos hechos narrados de abuso sexual infantil».

El sujeto no podrá acercarse a ella durante una década.