HACE 11 AÑOS EN TORRELAVEGA

Sin rastro de Paco: su familia descubrió que su mujer mintió y no había denunciado su desaparición

Un incendio, contradicciones y un golpe en la cabeza. La investigación familiar apunta a un resultado pesimista: "Mi hermano no salió de su casa con vida" | La policía no descarta indicios de criminalidad

Francisco Quesada Sousa desapareció el 1 de diciembre de 2011.

Francisco Quesada Sousa desapareció el 1 de diciembre de 2011.

Tamara Morillo

Tamara Morillo

"¿Francisco Quesada Sousa? Policía Local…". La puerta se abrió y los agentes encontraron de frente a Benjamín. "Es mi hermano, pero no está". Los policías continuaron: "Su hermano lleva cerca de seis años sin pagar el impuesto de circulación de sus dos vehículos", explicaron. "Paco está desaparecido desde hace casi seis años. No sabemos nada... Hay una denuncia por desaparición". El shock se instaló, una vez más, en casa de los Quesada: "No. No consta ninguna denuncia. Puede venir a comprobarlo e interponerla, si lo desea, ante la Policía Nacional".

Francisco Quesada Sousa, de 48 años, desapareció el 1 de diciembre de 2011 en Torrelavega (Cantabria). Ese mismo día, según aseguró a su familia, su mujer denunció ante la policía su desaparición. No lo hizo. No era cierto, afirman ahora. Durante cinco años y medio no hubo pistas, avances ni hipótesis. La denuncia no existía. No se buscó.

Paco, en una foto del álbum familiar.

Paco, en una foto del álbum familiar. / Cedida por su familia a CASO ABIERTO.

"Paco desaparece cinco años y medio antes", retrocede Elena, una de las hermanas de Paco. Son siete en total. "Acabábamos de inaugurar la primera pista de patinaje en Torrelavega y llegó mi madre, con muy mala cara", recuerda. Era 1 de diciembre de 2011. "Tu hermano ha desaparecido, ha venido tu cuñada, que han discutido… y no está".

Cerró la instalación y Elena llamó a la mujer. "Me dijo lo mismo, que mi hermano se había marchado de casa tras una fuerte discusión. Dijo que él había llegado antes que ella a casa, y que cuando ella llegó empezó a increparla". Dibujó una escena de celos, y golpes. "Que llegaron a las manos. Que él las agredió a ella y a su hija, por entonces de 17 años, y que después de eso se marchó".

Ese día en casa se generaron las primeras dudas: "¿mi hermano, un maltratador? Era la primera noticia que teníamos". Le habían dibujado como una persona totalmente diferente a la que su familia conocía: "su mujer les habló de su supuesta adicción a las drogas y al alcohol".

El relato les chirrió: "mi hermano no podía beber por cuestiones médicas". Preocupadas y en shock, secundaron ir a la policía. "Ya he interpuesto la denuncia, nos dijo", cuenta Elena. "A mí me extrañaba que nadie nos llamará esos días para decirnos, para preguntarnos, pero como no sabía cómo iban ese tipo de cosas…". Tiene que estar bien, será temporal, pensó. "Llegamos a creer que lo mismo, tras la supuesta pelea, había querido tomar distancia", reconstruye.

Comenzaron a buscar. "Esos primeros días recorrimos los puntos en los que podía estar". Mientras lo hacían, siempre hubo cuatro preguntas: ¿por qué no recurrió a nosotros? ¿Por qué nadie le vio salir ni por la zona? ¿Por qué se fue sin nada? ¿Dónde está? Albañil, con diferentes propiedades, "lo estuvimos buscando incluso en la obra en la que trabajaba…". No había rastro de él. Decidieron confiar en la investigación policial. "Siempre pensando que se había puesto la denuncia y que en cualquier momento nos llamarían diciendo pues mira…  o que él mismo llamaría". La esperanza se evaporó con la llegada de los agentes casi seis años después.

Un coche quemado

"Confirmado, no hay denuncia", comprobó su hermano Benjamín, que casi seis años más tarde denunció oficialmente la desaparición. Explicaron entonces a la policía cómo y cuándo dejó de estar Paco. "Contamos lo que nos había relatado su mujer". Narraron, también, que desde entonces su cuñada, su sobrina, se habían alejado, "no volvieron a hablarnos más". Que ella interpuso una demanda de divorcio al año de estar ausente. Describieron la vida de Paco, sus amigos, su trabajo. Arrancó la investigación.

Un vecino contó que a Paco le habían dado un golpe en la cabeza y "lo habían dejado espatarrao" en su casa. No pudo contarlo ante la policía, falleció de un infarto

El informe policial, al que ha tenido acceso CASO ABIERTO, reconstruye, con testimonios, los cinco años y medio en los que nadie, excepto su familia, buscaba a Paco Quesada. "Para no tener ni una duda, ni una mentira más, nos personamos en la causa, para acceder a todo", explica Elena. Encontraron mentiras, testigos con un nutrido expediente carcelario, un coche quemado, otro regalado y un golpe en la cabeza. Elena, rota, no duda: "mi hermano no salió vivo de su casa, lo sé".

Acción criminal

"Encontramos mentiras", lamenta Elena. La primera, la de la denuncia inexistente por desaparición. Le seguirían más. "En su momento me habla de una discusión, por una presunta escena de celos. Sé, lo he sabido después, que tenían una relación abierta, ¿celos? No tiene sentido". Ella dibujó a Francisco como alcohólico: "No podía beber alcohol. Además, su compañero de trabajo confirmó que antes de ir a casa estuvieron juntos, tras guardar la herramienta del trabajo. Mi hermano tomó una cerveza sin alcohol. Llegó a casa a las diez".

Hay más: "que tenía adicción a la cocaína, que se paseaba por todos los puticlubs de Cantabria...". Policialmente se investigó. "Los agentes lo han desmentido. Está comprobado, no le conocían en los sitios que ella dice". El círculo del desaparecido lo desmiente también.

"Dijo que se marchó, pero ¿se fue sin nada?". Paco no llevaba consigo teléfono, llaves de su furgoneta, dinero ni documentación. "Y nunca más apareció por su trabajo. Él era autónomo. Muy trabajador… ¿dejó una obra sin terminar? ¿Sin cobrar? ¿Sin más?".

La policía consideró elementos necesarios para iniciar, aunque de forma tardía, la investigación. No se descartaba la acción criminal.

Un trastero y una finca

"'Paco está en la cárcel de León', me aseguran que decía mi cuñada a el que le preguntaba. Otras veces, en la de Marruecos, otras solo contaba que se fue". No fueron pocas las personas que, tras empezar la difusión de la alerta por desaparición en redes sociales y asociaciones -seis años después-, se sorprendieron con la noticia. "Mucha gente nos dijo que por qué le buscábamos, si estaba en prisión". Elena llamó a Instituciones Penitenciarias. "Ojalá hubiera sido cierto... pero no. Ni en León, ni en ninguna prisión".

Los agentes reconstruyeron algunos hitos importantes de los últimos seis años, tras la desaparición. El 3 de diciembre de 2012, un año después, la furgoneta de Paco, con la que iba a trabajar, apareció en llamas. "Una persona nos dijo que la mandó quemar mi excuñada. Dio nombres. Nos dijo, incluso, quién la quemó". La declaración está incluida en el informe policial.

Descubrieron que se había limpiado una finca, propiedad de Paco. "Tiene un terreno dividido en dos: una parte para sembrar y otra con una caseta para guardar instrumental. Aseguran que, después de desaparecer mi hermano, se ordenó limpiar. No la parte de la huerta", cuenta Elena, "la de la caseta".

Los agentes descubrieron que hubo otra limpieza. La de un trastero, propiedad también del desaparecido, a poca de distancia del domicilio, donde guardaba su instrumental. "Descubrimos que como pago por esa limpieza su mujer no entregó dinero, sino un coche, el que solía usar ella". El mismo que durante mucho tiempo buscó la Policía Nacional. "Ella dijo que no sabía dónde estaba". Terminó hecho chatarra. No se pudo analizar.

De fondo, una de las pocas fotografías de Paco que su familia ha podido recuperar; a la derecha, alerta por la desaparición.

De fondo, una de las pocas fotografías de Paco que su familia ha podido recuperar; a la derecha, alerta por la desaparición. / CASO ABIERTO

"Un golpe y lo dejaron tumbado"

Sin avances ni pista alguna de la qué tirar, el dato más doloroso llegó por casualidad. "Estábamos en una comida, y una amiga nos preguntó si se sabía algo…".  Elena contestó que no. "Fue cuando descubrí lo del golpe". De nuevo, shock. "Pero Elena, ¿no sabes que le dieron un golpe y lo dejaron tumbado?". Su amiga le contó que se lo había dicho un empleado de su taller. "Hablé con él, que también ha declarado ante la policía. Le dijeron, literalmente: 'algo le ha pasado a Paco porque le han dado un golpe en la cabeza en su casa y le han dejado todo lo largo que era espatarrao en el suelo... y luego lo han echado de casa". La persona que "vio todo", un vecino, puerta con puerta de Paco, no pudo declarar, había fallecido de un infarto.

"Habladurías"

Con todo, se forjó un atestado policial que fue entregado a la autoridad judicial. "Pero el juez consideró que los indicios recabados son 'habladurías' y que 'no hay indicio de criminalidad'". Elena, desesperada, no entiende la decisión, "en eso estamos ahora, hemos recurrido a la Audiencia Provincial", lamenta.

"Su mujer, su hija y su suegra estaban en casa cuando se desató la presunta discusión. Las tres personas que le ven por última vez no fueron llamadas a declarar. Es descorazonador. ¿Marcha voluntaria? Ni testigos, ni amigos, nadie ha declarado ante el juez".

Paco, futbolero, hincha de la Gimnástica Torrelavega, "su pasión", no está. Amante de la fotografía, aunque su familia tiene pocas de él. "Tras su desaparición, su mujer se deshizo de todo, no nos lo dio". Autónomo de la construcción, oficio que aprendió de su padre, albañil de primera, de los de toda la vida, su última obra no la terminó.