Los hermanos de Sara Gómez, la mujer que murió tras una lipoescultura, han sido denunciados por el Centro Médico Virgen de la Caridad por presuntas injurias y calumnias. Este martes se llevó a cabo un acto de conciliación en el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Murcia en el que la institución pedía a los hermanos que se retractaran y pidieran disculpas públicamente, que eliminaran de redes sociales toda alusión al centro, alegando un descenso en su facturación a raíz de los comentarios, y que los concedieran una indemnización simbólica de 500 euros. El centro entiende que "se ha violentado su imagen, identidad y buen nombre a través de afirmaciones que no corresponden a la realidad", según han asegurado fuentes del Virgen de la Caridad consultadas por La Opinión.
Los hermanos rechazaron la conciliación, pues la consideran "injusta, desproporcionada e inhumana". Estos consideran que "no han faltado jamás a la verdad" y que "lo van a demostrar, citando como testigo incluso al Consejero de Salud de Murcia, a quien le entregaron personalmente en mano documentación que Virgen de la Caridad le ocultó cuando se llevó a cabo una inspección". Por su parte, según afirman las fuentes del centro consultadas por La Opinión, ellos han aportado "en tiempo y forma todo lo que la Justicia les ha reclamado".
"Sólo nos falta por ver que incluso culpen a Sara y se querellen contra ella por lo sucedido. Aun no damos a crédito. Nunca demostraron acercamiento, empatía ni nada parecido. Si tanto se preocupa por la facturación, se pueden quedar los 5.800 euros de la operación que costó la vida a Sara y que se negaron a abonarnos", ha declarado la familia.
Desde el centro apunta que "ellos siempre han querido colaborar con la familia y clarificarlo todo de la mejor manera posible, pues no pretendían hacer más daño". Sin embargo, "se han visto en la obligación de defender a la plantilla, compuesta por 600 trabajadores que nada tienen nada que ver con el caso y que hacen su labor con absoluta profesionalidad todos los días", añaden.
