Tres hombres han sido detenidos como presuntos autores de un delito de contrabando, tras ser pillados con 700 litros de combustible, repartidos en 28 garrafas, en una lancha de gran potencia que fue interceptada en aguas de Águilas, indica la Guardia Civil en un comunicado. La Benemérita sospecha que a embarcación, también decomisada, sería una 'gasolinera flotante', que suministraba combustible a las pateras en alta mar.

Explica el Cuerpo que "la investigación se inició cuando guardias civiles del Servicio Marítimo, mientras realizaban tareas propias en aguas de Águilas, detectaron la navegación de una lancha sospechosa". "Al aproximarse a la embarcación, su patrón inició una maniobra de huida, dándose a la fuga a gran velocidad, por lo que fue seguido por los agentes, que lograron darle alcance y abordarla, pese a sus continuas maniobras evasivas", continúa la nota.

Un agente de la Guardia Civil, junto a la lancha. GC

Cuando los agentes vieron las garrafas, "los tripulantes no dieron una explicación coherente sobre su procedencia o destino". Entonces, "una vez trasladados hasta el puerto de Cartagena, guardias civiles especialistas en Policía Judicial realizaron un exhaustivo examen de la embarcación, lo que permitió conocer que su motor superaba con creces el máximo permitido en caballos de potencia, por lo que resultó incautada".

Los tres tripulantes, con antecedentes por delitos de tráfico de droga, fueron identificados como vecinos de Murcia y Almería y tienen edades comprendidas entre los 19 y los 52 años de edad. "La investigación desarrollada a continuación ha permitido determinar que los ahora detenidos podrían estar vinculados con alguna organización criminal dedicada a la introducción de droga por vía marítima", tiene claro el Cuerpo.

Cargan bidones

La hipótesis principal es que la presión policial en la franja marítima del Estrecho de Gibraltar ha conducido a grupos criminales a buscar costas alternativas, para alijar más al norte, lo que supone una mayor distancia a cubrir y un mayor consumo de combustible.

Para abastecer a estas embarcaciones, al parecer, emplean lanchas de gran potencia en las que cargan bidones de gasolina, que después suministran en alta mar a modo de 'gasolineras flotantes'.

La denominada operación ‘Flask’ ha culminado con la detención de estos tres sujetos por un delito de contrabando, y con la incautación de una embarcación de siete metros de eslora, con un motor fuera borda de 300 caballos de potencia; y 28 garrafas, con un total de 700 litros de combustible, valorado en 1.200 euros.