La Guardia Civil lleva a cabo este martes una reconstrucción de lo que pasó en el escenario del crimen de Puerto de Mazarrón y busca el cuchillo con el que mataron al joven Erick, de solo 21 años, confirma un portavoz del Cuerpo. El sospechoso, un vecino del pueblo de 34 años de edad, fue detenido en el municipio horas después del homicidio y está previsto que pase a disposición este miércoles, en el Juzgado de Guardia de Totana, que es el que corresponde por partido judicial a Mazarrón.

El presunto autor durmió este lunes por la noche en los calabozos y este martes está siendo interrogado por los profesionales de la Policía Judicial del Instituto Armado, que tratan de esclarecer cuál fue el móvil del crimen.

Un agente de la Guardia Civil, en el escenario del crimen del joven Eric en Mazarrón. Loyola Pérez de Villegas

Según las primeras indagaciones, la cuchillada mortal tuvo lugar en la vía pública, tras lo cual Erick, malherido, accedió al interior de un domicilio. Tras ello, el chico volvió a salir a la calle, herido de muerte, se desplomó y murió. Su cuerpo quedó ahí, cubierto con una sábana, hasta que se autorizó su levantamiento y traslado al Instituto de Medicina Legal de Murcia. Una primera inspección ocular confirmó que el joven presentaba un corte en el cuello, por el que previsiblemente se desangró. Falta localizar el arma del crimen, para que los forenses analicen si se corresponde o no con la lesión del difunto.

"Ayer mismo estaba con él"

El crimen aconteció en la calle Emilia Pardo Bazán, en Puerto de Mazarrón, sobre las cuatro y media de la tarde, hora a la que el 112 recibía una llamada para alertar de que había un chico que precisaba de asistencia sanitaria urgente, ya que había sido apuñalado en el cuello. Al lugar se movilizaron agentes de la Policía Local de Mazarrón y de la Guardia Civil, así como dos ambulancias, aunque los sanitarios nada pudieron hacer por salvar la vida de Erick, que yacía muerto en un charco de sangre.

"Han matado a Erick", se lamentaba una mujer. "Ayer mismo estaba de cachondeo con él", replicaba una chica, llorando. Con el paso de las horas, la tensión se fue rebajando, también debido a la presencia policial. Luego llegaron los abuelos y los padres del difunto. Destrozados, sin saber aún qué había podido pasar para que el joven acabase muerto.

El de Mazarrón es el cuarto crimen del año en la Región, tras el asesinato de Claudia en Totana a manos de su novio Johan Styven, que la cosió a cuchilladas y escondió su cadáver en un trastero, el crimen acontecido en una casa okupa de La Unión, también con armas blancas de por medio, y el crimen de la casa cueva de Archena, en abril, cuando un hombre mató a otro a cuchilladas en una riña, tras haber bebido demasiado alcohol.