Veredicto: culpable. Horas antes de pronunciarse el jurado popular (en una decisión previsible, dado que el joven admitió en todo momento haber dado muerte a su víctima),, la fiscala rebajaba de trece años de cárcel a diez la pena finalmente pedida para Junior Javier B.R., que reconoció haber apuñalado mortalmente al cliente de un bar de Caravaca de la Cruz que poco antes le había pedido que no molestara.

Tras esa disminución de la petición de pena por unos hechos que se produjeron en la noche del diez de julio de 2020, decisión tomada por la fiscal del caso al aplicar la atenuante de embriaguez, la defensa del procesado, Junior Javier B.R., se ha adherido a la propuesta.

El crimen fue reconocido por Junior Javier, aunque alegó que lo cometió cuando no era dueño de sus actos por encontrarse bajo el consumo de alcohol y drogas.

También admitió que tras un incidente inicial en el bar, que se produjo porque molestaba a la clientela, marchó a la vivienda de unos amigos, en la que residía desde unos días antes tras haber sido expulsado por sus padres del domicilio familiar, y cogió un cuchillo, aunque añadió que no sabía por qué lo hizo.

En esta nueva sesión de la vista oral, los forenses que realizaron la autopsia al cadáver han manifestado que el fallecido murió como consecuencia de la hemorragia masiva que le produjo la cuchillada, que había seccionado por completo la yugular y la carótida, además de perforar la pleura.

Los facultativos han añadido que la muerte debió producirse en cuestión de minutos y que la lesión era tan grave que incluso el herido hubiera recibido atención médica de inmediato habría sido imposible evitar su fallecimiento.

Por su parte, los forenses que analizaron el informe psiquiátrico del acusado subrayaron que el chico no sufre enfermedad mental y que es responsable de sus actos.