La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, por su presunta implicación en el asesinato del hombre cuyo cadáver descuartizado y calcinado fue encontrado a finales del pasado mes de junio, aún humeante, junto al lecho del río Túria por una mujer que paseaba a su perro, tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV. El crimen se produjo en el domicilio del que se considera principal detenido, en València, y las circunstancias aún están bajo investigación. De momento, los arrestados permanecen en calabozos policiales y no está previsto que pasen a disposición judicial hasta mañana, viernes.

Las fuentes consultadas por este diario han confirmado que fue la Policía Nacional quien arrestó al principal sospechoso, un hombre español de 51 años de edad, supuestamente para «liberar» a su pareja sentimental, una mujer de 52 años, y a un joven de 23 años, novio de su hija, ya que, según ella, los tenía encerrados bajo amenazas en su casa, en València, para evitar que lo delataran.

La intervención policial se produjo después de que acudiera a la Jefatura Superior de Policía en la tarde del martes para denunciar no solo esa situación de coacción, sino, sobre todo, su implicación en el asesinato.

Aunque la investigación la llevaba desde el primer momento el grupo de Homicidios de la Guardia Civil, fueron los agentes del mismo grupo, pero de la Policía Nacional quienes acudieron el martes a las ocho de la tarde, una vez conocida la denuncia, al piso del sospechoso, en València, y lo detuvieron. Tras informarle de que estaba acusado del homicidio del hombre quemado en Gestalgar, un español de mediana edad cuya desaparición no ha sido denunciada, informaron oficialmente a la Guardia Civil de esa circunstancia.

A partir de ese momento, los investigadores de Homicidios del instituto armado no solo se hicieron cargo de ese detenido, L. M. G. T., sino que arrestaron también a su compañera sentimental y al novio de su hija, ya que todos ellos, los tres, estaban ya identificados desde hace tiempo como las personas relacionadas presuntamente con el asesinato, si bien su detención estaba pendiente a la espera de los resultados de determinadas diligencias.

De hecho, los agentes del grupo de Homicidios de la Comandancia de València también arrestaron a una cuarta persona, una joven relacionada familiarmente con los anteriores, por su supuesta implicación en el crimen.

Los hechos se produjeron a finales de junio, según ha trascendido ahora, supuestamente en el piso donde residían L. M. G. T. y su pareja. Según las investigaciones llevadas a cabo hasta ahora, la víctima habría fallecido tras recibir un fortísimo golpe en la cabeza.

El presunto autor material del crimen se habría ocupado a continuación de descuartizar al hombre, tras lo cual introdujo los restos en bolsas y, en la noche del 28 de junio, los trasladó, supuestamente en el maletero de su coche, hasta el paraje de Gestalgar conocido como Peña María, a unos 600 metros del casco urbano. Una vez allí, habría depositado los restos en un recodo del río, junto a un puente, los habría cubierto con una pila de leña y troncos arrastrados por la corriente hasta la orilla y les habría prendido fuego tras rociarlos con gasolina.

Al menos dos de las personas detenidas tienen relación con municipios del Camp de Túria próximos a Gestalgar, lo que justificaría que conociesen ese punto, muy frecuentado por vecinos de la comarca, así como por visitantes de fin de semana y senderistas.

Tal como informó este periódico, fue una vecina que paseaba a su perro quien, alertada al ver la fogata aún humeante y tratar de apagarla para evitar un incendio, se percató de que bajo los rescoldos había un cráneo y otros restos óseos humanos, tras lo que dio aviso a la Guardia Civil.