Era su último día de trabajo como médico en el Centro de Salud de la localidad alicantina dePinoso con motivo de su jubilación y no se le ocurrió otra cosa mejor que abusar sexualmente de una joven paciente, a la que engañó previamente achacando unas dolencias que tenía la chica a que no se masturbaba bien. Hasta ahora, el facultativo no había admitido las acusaciones de la paciente, pero este martes se declaró culpable en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Alicante y ha sido condenado a dos años de prisión, aunque no ingresará en la cárcel al acordar el tribunal la suspensión de la ejecución de la pena con la condición de que no delinca en los próximos tres años.

La Fiscalía le pedía seis años de prisión y la acusación particular ocho años, aunque ambas partes finalmente han rebajado a dos años la pena solicitada tras un acuerdo de conformidad alcanzado con la defensa del acusado.

Para ello, el procesado ha consignado previamente en la cuenta judicial 10.000 euros en concepto de la indemnización reclamada por la acusación particular por los daños causados a la víctima. Dicha cantidad era el doble del importe que pedía la Fiscalía.

El presidente de la Sección Segunda de la Audiencia ha dictado la sentencia condenatoria 'in voce' tras la declaración de culpabilidad del médico procesado y la ratificación de los hechos denunciados por parte la víctima, que ha comparecido en la sala de vistas protegida por un biombo.

El acusado, de 70 años, ha sido condenado a dos años de prisión por un delito de abusos sexuales y se le ha aplicado la atenuante muy cualificada de reparación del daño por el pago anticipado de la indemnización. El fallo también incluye su inhabilitación para ejercer la medicina o actividades relacionadas con dicha profesión durante un periodo de cuatro meses. Asimismo, el acusado no podrá acercarse a la víctima a menos de 200 metros ni comunicarse con ella por cualquier medio durante tres años.

Las hechos objeto de acusación que ha reconocido el médico ocurrieron el 14 de agosto de 2020 a las diez de la mañana. Una joven acudió a la consulta del acusado en el Centro de Salud de Pinoso y tras exponerle al facultativo diversas dolencias que padecía el médico le expuso su conclusión. En su opinión, le aseguró que no se masturbaba bien y no se quedaba satisfecha, por lo que aguantaba mucho la respiración. A consecuencia de ello, según la valoración del médico, se le hinchaba el cuello y le creaba un enfisema subcutáneo.

El procesado le explicó con sus dedos y manos cómo tenía que masturbarse ella y le dijo que le iba a realizar la última exploración, ya que era su último día de trabajo porque se jubilaba. La víctima, a petición del médico, se quitó la parte de arriba de su ropa y el acusado, sin llevar puestos los guantes, empezó a explorar a la paciente tocándole las axilas y los pechos.

El paso siguiente fue decirle a la paciente que se quitara el pantalón y se acostase boca abajo en la camilla. Inicialmente comenzó a tocarle la parte de atrás de la rodilla y la zona lumbar, pero luego le pidió que se diera la vuelta y tras ponerse boca arriba acabó realizándole tocamientos libidinosos y otras practicas sexuales a la joven, que estaba en estado de shock. Antes de irse de la consulta, el médico le dijo que si quería le daba su teléfono para quedar otra vez. Lógicamente no lo hizo y la joven presentó una denuncia contra el médico, que ahora ha sido condenado a dos años, aunque eludirá el ingreso en la cárcel.