La Fiscalía ha solicitado penas que suman 15 años y nueve meses de prisión para el acusado de matar a su padre en la vivienda que compartían junto con la pareja del primero, ubicada en la pedanía murciana de Los Garres, hace ahora tres años.

El escrito de acusación indica que el procesado, Miguel L.G., que será juzgado ante un jurado popular a partir del 20 de septiembre, primero lo estranguló, presuntamente, y después le disparó un tiro en la cabeza con una carabina para la que carecía de licencia.

El relato de hechos que establece el ministerio público indica que, por motivos no suficientemente aclarados, se produjo una discusión entre el acusado y su padre cuando ambos se encontraban en la cocina de la vivienda, que era propiedad del progenitor y en la que la pareja residía desde unos cuatro meses antes.

Siempre según la acusación, en el transcurso de la misma le presionó el cuello, para asfixiarlo, y, ya el padre en el suelo el acusado, presuntamente, cogió el arma de fuego y efectuó un disparo sobre la cabeza, produciéndole la destrucción de zonas vitales.

Añade la Fiscalía que después, con la ayuda de la pareja, metieron el cuerpo en un saco y lo arrojaron a un pozo de la finca, sellándolo con silicona.

Los hechos fueron descubiertos pocos días después cuando un amigo, al que el procesado había contado lo sucedido pero que creyó se trataba de una broma, observó que salían malos olores del pozo y que no veía a la víctima desde unas jornadas atrás, por lo que lo comunicó a la Policía.

Miguel L.G. se enfrenta a una solicitud de condena de 15 años de cárcel por un delito de homicidio y nueve meses también de prisión por otro de tenencia ilícita de armas.

La fiscal del caso ha pedido el sobreseimiento provisional de la causa, en cuanto al homicidio, con respecto a la pareja del acusado, aunque solicita que se deduzca testimonio contra ella por un presunto delito de tenencia ilícita de armas.