La Fiscalía mantuvo su oposición a que el presunto pederasta Nacho Jacob saliese en libertad, aunque el titular del Juzgado de Instrucción Nº 7 de Murcia, el mismo que hace unas semanas lo mandaba a Sangonera, desoyó la petición del Ministerio Público y permitió que el aristócrata madrileño, conde de Pozos Dulces, abandonase este mismo viernes la prisión, tras haber abonado una fianza de 40.000 euros.

En su escrito, la Fiscalía argumentaba que este individuo tenía que seguir encerrado porque la prisión preventiva, recordaba, «persigue evitar el riesgo de reiteración delictiva, riesgo objetivo a la vista de los datos de los que se dispone. así como evitar que el riesgo de que el detenido pueda intentar obstaculizar la instrucción judicial (aún en su primera fase, intentando condicionar o mediatizar posibles fuentes de prueba) así como riesgo de fuga (también objetivo y que una fianza no se considera que eliminaría, a la vista de la gravedad de la pena asociada a los delitos por los que está siendo investigado».

Este individuo está investigado por dos delitos de abusos sexuales a menores de edad y otros dos de prostitución de menores

Durante su estancia en la cárcel de Sangonera, según indicaron fuentes cercanas, presumía de que él iba «a salir pronto»: dos semanas ha tardado.

Este viernes, en la puerta del penal murciano, le esperaba su abogado, Raúl Pardo-Geijo, con el que se fundió en un abrazo y se marchó en coche, rumbo al hotel donde fue arrestado (y donde, presuntamente, «acudía con cierta regularidad a mantener los encuentros sexuales con menores de16 años», detalla el juez), para coger su vehículo y desplazarse hasta Madrid. En el auto donde se decreta su libertad bajo fianza, el magistrado le prohibe pisar el partido judicial de Murcia