El acusado del crimen ocurrido en una discoteca de la zona de ocio de Las Atalayas, en Murcia, durante la celebración de la Nochevieja 2020, en el que murió un sargento del Ejército, ha sido condenado a penas que suman 21 años y siete meses de prisión como autor de un delito de asesinato y otro de lesiones, penas que coinciden con las solicitadas por las acusaciones.

El jurado popular lo declaró culpable de ambos delitos. Al mismo tiempo, los jurados populares se opusieron a la concesión de cualquier medida de gracia, según se recoge en el acta en el que se contiene su veredicto de culpabilidad.

En la primera sesión de la vista oral, el procesado, Carlos Andrés R.P. admitió que apuñaló al militar con un cuchillo de cocina en el interior de la discoteca y que dejó herido a otro hombre en el exterior de la misma, pero añadió que no era consciente de lo que hacía al estar afectado por el consumo de alcohol y drogas.

Por su parte, la defensa admitió la autoría de los hechos por el acusado, pero discrepó de la calificación jurídica hecha por las acusaciones, ya que, en su opinión, los mismos son constitutivos de un delito de homicidio y otro de lesiones, por los que reclamó un total de cinco años y tres meses de prisión, con aplicación de las atenuantes de drogadicción y reparación del daño causado.

El letrado del acusado añadió que el ataque a la víctima mortal no fue alevoso, sino que se produjo de forma casual y espontánea y causado por la alteración que presentaba el procesado por la ingesta de alcohol y drogas.

A la hora de concretar las condenas, se aplicó la agravante de reincidencia, ya que, con anterioridad, el procesado ya fue condenado por un intento de homicidio, y las atenuantes de reparación del daño y confesión de los hechos.