Un individuo de 39 años ha sido condenado a cuatro años y medio de cárcel por intentar violar a una joven en un camino, cerca del Malecón, en Murcia. Víctima y agresor se habían conocido aquella misma noche, por una amiga común, con la que estuvieron bebiendo antes del ataque.
El tribunal considera probado que el sujeto, la madrugada de los hechos, «empujó a la chica hacia un huerto colindante cubierto de maleza y totalmente a oscuras, y la tiró al suelo. A continuación, la sujetó del pelo y, a fin desatisfacer su deseo sexual, empezó a besarla en la boca y a efectuarle tocamientos en los pechos y genitalespor encima de la ropa». Acto seguido, trató de quitarle el pantalón, con intención de violarla, mientras la víctima «gritaba pidiendo auxilio», hasta que en en escena apareció «una pareja de policías locales que, estando de servicio enla zona, oyeron los gritos de la mujer y accedieron al lugar donde los dos se encontraban, en auxilio de la chica».
En la vista oral, el hombre afirmó que aquella noche se encontró con dos chicas, con las cuales estuvo bebiendo cerveza. Una de mujeres, según él, le pidió « 20 euros porque tenía que comer al día siguiente y él le contestó que ya no tenía dinero». También aseguró que estaba «preocupado porque pasó la Policía y él no tenía mascarilla», obligatoria en la calle en aquel momento. Por esta razón, trató de argumentar, tiró del brazo de la chica: para llegar a casa cuanto antes y llevárselade allí.
"La culpa es mía", llegó a decir
Entonces, detalló el sujeto, «la chica empezó a gritar y llegó la Policía y les iluminó con la linterna. La chica lo empujó bruscamentedelante de la Policía y le gritó ‘cabrón, cabrón’, y dijo a los agentes que él le había quitado la ropa». También aseveró que los policías «mienten».
La víctima, por su parte, afirmó que estuvo bebiendo con este hombre y su amiga, que es cierto que se fueron juntos y que él, cerca del Malecón, la empujó al suelo por una pendiente, la agarró del pelo y empezó a bajarle los pantalones, contra su voluntad, y que ella estuvo gritando todo el rato, hasta que los municipales se personaron y la salvaron.
«La culpa es mía por haberme ido con él», llegó a decir la víctima, llorando. Los policías que la encontraron, por otro lado, corroboraron que estaba alterada y nerviosa, y que manifestó que el hombre la había intentado violar.
Tiene en cuenta el tribunal, a la hora de dictar sentencia, que la víctima llegó a decir telefónicamente a los agentes «que no había denunciado por vergüenza». En este sentido, la Audiencia apunta que «difícilmente puede conjugarse ese sentimiento de culpa o bochorno propio, con una intención externa de querer perjudicar intencionadamente al acusado con una narración falsa».
Cuando salga de prisión, este individuo pasará un lustro en régimen de libertad vigilada. Ha de indemnizar a su víctima con 3.000 euros, establece la sentencia de la Audiencia Provincial de Murcia.
