La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a catorce años y medio de prisión a un transportista que agredió sexualmente a su hija, menor de edad, en varias ocasiones, dos de ellas, "al menos", durante el viaje de trabajo que hizo hacia otro país europeo, donde cometió los hechos en la cabina del camión que utilizaba para desarrollar su actividad laboral.

La sentencia le impone también diez años de libertad vigilada, una orden de alejamiento de 500 metros por tiempo de veinte años y la obligación de indemnizar a la perjudicada con 60.000 euros por daños morales.

El relato de hechos probados que fija la sentencia establece que para cometer esos abusos, que se produjeron también en la vivienda familiar a la vuelta de ese viaje al extranjero, el acusado se aprovechó de que la madre se encontraba ausente por razones familiares o de trabajo.

Los hechos fueron descubiertos cuando en una de esas ocasiones, al ver la menor que su padre entraba en el dormitorio y que podía volver a repetir los hechos de los que estaba siendo víctima, contó a la madre lo que ocurría, procediendo entonces esta a denunciar a su esposo.

Relata así mismo la sentencia que las continuadas agresiones sexuales han incidido en el desarrollo normal de la menor que, a consecuencia de las mismas, sufre ansiedad y depresión y dificultades para dormir.

El tribunal recoge igualmente en los hechos probados que durante aquellas relaciones sexuales la niña, por miedo, fingía que estaba dormida