El Ministerio Fiscal ha pedido nueve años de prisión y multa de 3.650 euros para el antiguo director de una sucursal de Cajamar en Águilas que será juzgado a partir del próximo miércoles en la Audiencia Provincial acusado de estafar 7,5 millones de euros a clientes nacionales y extranjeros al apoderarse, presuntamente, de parte o del total del dinero que le entregaban.

Las conclusiones provisionales de la fiscalía señalan que el acusado, P.H.V., ofrecía a los clientes unos contratos de depósitos con intereses muy por encima de los habituales, "lo que los hacía muy atractivos".

Y añaden que los depositantes perjudicados, que suman 59, pensaban que el dinero entregado estaba en sus cuentas, pues así aparecía en las libretas o asientos bancarios, cuando no era así, ya que el acusado, presuntamente, había hecho suyas las cantidades totales entregadas o parte de ellas mediante distintas maniobras.

Así, recalca el ministerio público, se habría apoderado, supuestamente, de parte o del total de lo entregado por los clientes, algunos de los cuales le habían confiado 247.000 euros, 274.000 y 320.000.

La actuación de este empleado fue descubierta por la caja de ahorros mediante una auditoría, a cuyo término procedió a devolver a los perjudicados las sumas perdidas.

Los perjudicados son españoles y extranjeros residentes en esta población de la costa murciana, aunque también hay otros residentes en Canadá y Alemania.

Al juicio oral, que se desarrollará a lo largo de quince sesiones, por los delitos continuados de estafa y falsedad en documento mercantil, han sido convocados numerosos testigos, entre ellos, los clientes presuntamente estafados.