El juzgado de Instrucción número Seis de Molina de Segura deberá investigar si el propietario de un perro pastor alemán que mordió a una mujer cuando esta paseaba con su mascota pudo haber incurrido en un presunto delito de imprudencia menos grave por llevarlo suelto y sin bozal.

Así lo dispone el auto de la Audiencia Provincial de Murcia que estima el recurso que la perjudicada presentó contra la resolución judicial que no admitió a trámite su denuncia al considerar que se trataba de un ilícito civil y por aplicación del principio de intervención mínima de las normas penales. Dice el tribunal que el juzgado deberá abrir diligencias para esclarecer los hechos, al existir indicios de la posible comisión de aquel delito, al no haberse asegurado el dueño del can de que este no fuera suelto por la calle sin correa y sin bozal, «sin perjuicio de lo que resulte de la investigación».

Y añade que, según la denuncia, el suceso se produjo el seis de diciembre de 2020, cuando la mujer paseaba con su perrita y, de manera sorpresiva, apareció el otro perro, siendo mordida por este en una mano al interponerse entre ambos.