Los allegados de Mª Isabel y Juan, la pareja cuyos cadáveres eran encontrados el lunes en su casa de Rincón de Seca, tienen claro que «no se han matado el uno al otro» ni sufrían una enfermedad grave por la cual pueden fallecer a la vez en la casa en la que residían, en el Camino Funes.

Los cadáveres de Mª Isabel, de 74 años, y de su esposo Juan, de 84, eran encontrados en la mañana de este lunes en su vivienda de la huerta, en el Camino Funes, después de que un vecino alertase porque llevaba días sin verlos.

Los cuerpos estaban en el suelo de la casa, un habitáculo lleno de suciedad en el que se amontonaban enseres, restos de comida y animales de compañía: tres gatos y un jilguero.

Tanto la Policía como los familiares de los difuntos ven muy improbable que Juan y Mª Isabel muriesen por causas naturales a la vez, por lo cual se abrió una investigación. Al domicilio se movilizó una profesional forense, que halló los cuerpos del matrimonio uno al lado del otro, sobre una mancha de descomposición. La mujer estaba desnuda.

Los allegados de la pareja tienen claro que "no se han matado uno al otro" ni sufrían una dolencia de gravedad

Después de la inspección ocular, del levantamiento de los cuerpos y de las pesquisas de la Policía Científica, que estuvieron horas trabajando en la casa, los investigadores determinaban que la vivienda de planta baja en la que vivían y murieron Juan y Mª Isabel no tenía por qué ser precintada. No se consideró necesario, al no detectar indicios de que allí se hubiese cometido un delito violento, y la casa quedó a buen recaudo: un sobrino de los finados se hizo cargo de la propiedad

De lo que quedaba de ella, ya que se trataba de un habitáculo insalubre con enseres viejos, numerosas bolsas de plástico, cables, trozos de pan en el suelo y la jaula de un jilguero en la estancia que hacía las veces de dormitorio.

Un sobrino del matrimonio se hace cargo de la vivienda y de las mascotas

El sobrino también se quedó a cargo del pájaro y de los tres gatos que deambulaban por la casa. El matrimonio, afirman sus vecinos, no guardaba en la vivienda nada de valor, por lo que no creen que se tratase de un robo violento.

No se descarta un accidente

Los restos mortales de la pareja fueron llevados al Instituto de Medicina Legal de Murcia, para que sea la autopsia la que confirme la causa del deceso.

Fuentes cercanas apuntaron que una de las hipótesis es la de la muerte accidental por haber inhalado, sin ser conscientes de ello, algún producto tóxico.

El olor a descomposición que emanaba el lunes de la vivienda, tras el descubrimiento de los cadáveres podría haber enmascarado la presencia de algún tipo de gas que ya se habría evaporado. Las hipótesis, no obstante, las solucionará el resultado del informe del forense. Sin embargo, el documento concluyente podría tardar tiempo, si es que se mandan a ser analizadas a Madrid muestras de los cadáveres.