La Audiencia Provincial de Murcia ha desestimado el recurso de un quiromasajista contra la sentencia de un juzgado de lo penal de Cartagena de marzo pasado que lo condenó a dos años de prisión y otros tantos de libertad vigilada al declarar probado que abusó de una clienta en un hotel de otra población de la costa murciana.

La sentencia confirma en su integridad la apelada, que lo condenó también a indemnizar a la perjudicada con 15.000 euros por lo ocurrido en octubre de 2017, cuando la mujer aprovechó que estaba en el hotel con su esposo en la celebración de un aniversario para encargar una sesión de masaje.

Estando ella en la camilla boca abajo, el masajista comenzó por los miembros inferiores para pasar luego a la espalda y la zona inguinal, al haber dado la clienta su autorización para que actuara también sobre esta y por los glúteos.

El acusado le pidió que se bajara la pieza inferior del biquini hasta la mitad de las nalgas, lo que ella hizo, y en ese momento, para satisfacer su apetito sexual, decía el juez, le tocó las zonas externas anal y vaginal, lo que alternó con más masajes en la espalda por espacio de cuatro o cinco minutos.

El juzgado añadió que la denunciante no supo reaccionar "al sentirse bloqueada y aturdida" y que no todo acabó ahí, ya que tras pedirle que se diera la vuelta, intentó acceder también a la zona íntima, a lo que ella se negó.

En su recurso, el quiromasajista negó los hechos y aseguró que en los trece años que llevaba en el hotel en el ejercicio de su profesión nunca había tenido problema, además de señalar que solo se contaba con lo dicho por ella, quien el opinión de él había actuado por un móvil espurio, sin que se dispusiera de corroboraciones periféricas que respaldaran su denuncia.

También se quejó de que el juez no hubiera tenido en cuenta las contradicciones que él afirmó que había tenido la clienta y de la falta de proporcionalidad de la pena al haberle sido impuesta la más grave.