La empleada de un establecimiento de Cartagena, que fue condenada por un juzgado de instrucción de la ciudad portuaria a pagar una multa de 120 euros por intentar apoderarse de artículos de la misma como cuatro botes de pegamento y una batidora, ha visto confirmada esa sentencia por la Audiencia Provincial de Murcia.

La sentencia señala que se considera probado, como declaró el juzgado en marzo pasado, que finalmente no se llevó esos artículos porque el jefe dijo a sus empleadas que abrieran los bolsos y le mostraran su contenido.

En su recurso, que no ha prosperado, la acusada defendió su inocencia y reiteró su solicitud de obtener una sentencia absolutoria.

El tribunal señala que puede parecer sorprendente que la condenada protagonizara un hecho de ese tipo cuando llevaba varios años en la empresa, pero añade que esa permanencia no quita credibilidad a lo ocurrido.