Giro en el caso del exconcejal del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza Ignacio Magaña, denunciado por su mujer el pasado 13 de noviembre por malos tratos. Está en paradero desconocido para el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de la capital aragonesa que lleva el caso. Llegó a alegar su imposibilidad de comparecer en el juicio rápido por una dolencia cardiaca por la que, incluso, llegó a comunicar que iba a ser intervenido de urgencia el día 22. Sin embargo, el hospital Miguel Servet de Zaragoza acaba de comunicar al juez instructor que únicamente fue atendido en Urgencias el día 27 y que fue dado de alta a las horas. Una realidad que podría costarle la imputación por un delito de obstrucción a la justicia, además del de violencia de género inicial. El edil, que tiene vigente una orden de alejamiento en un caso valorado de "riesgo alto" en el sistema Viogén, negó "categóricamente" la denuncia de la mujer.

Según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, diario que pertenece a este grupo, Prensa Ibérica, la Fiscalía Provincial de Zaragoza ha instado al abogado de Magaña, Carlos Fuertes, a que ponga en conocimiento del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Zaragoza el actual domicilio del concejal para que pueda ser citado como investigado y para que se le notifiquen los apercibimientos correspondientes al auto de medidas cautelares del 14 de noviembre, un día después de que su mujer denunciara ante la Policía que sufría malos tratos.

Orden de alejamiento

Se refiere a la orden de alejamiento y puesta en libertad de Magaña decretada por el Juzgado de Instrucción número 9 de Zaragoza, que estaba en funciones de guardia cuando la mujer denunció los hechos y cuya investigación asumió la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón. Tras entrevistarse con la víctima de violencia machista, los agentes vieron riesgo alto en este caso.

En el escrito enviado al instructor, el ministerio público avisa de que, si en el plazo de tres días (a contar desde el 2 de diciembre) no se facilita el domicilio de Magaña, se solicitará que se inicie la búsqueda y detención del presunto agresor para que sea puesto a disposición del magistrado instructor o del de guardia y se inicien las diligencias judiciales correspondientes.

También le insta a que explique los motivos por los que hizo creer al Juzgado de Violencia sobre la Mujer, siempre a través de su letrado, que no podía comparecer ante la Justicia por encontrarse, supuestamente, ingresado en el hospital Miguel Servet.

No era la primera vez que la Fiscalía solicitaba información al centro hospitalario sobre el estado de salud del exconcejal del PSOE. Ya lo hizo el 15 de noviembre en un oficio de urgente cumplimiento y en el que se preguntaba por el estado de salud del presunto agresor por violencia machista y por el tiempo de ingreso previsto. En ese mismo oficio, instaba al Servet a que diera cuenta al juzgado del día en el que fuera dado de alta.

Dos días antes, el 13 de noviembre, el abogado de Magaña había aportado ante la Justicia un parte en el que incluía la baja laboral por enfermedad común del concejal (arritmia) y en el que el apartado de ingreso hospitalario aparecía en blanco. El 18 de noviembre, su abogado volvió a comunicar que Magaña permanecía ingresado (desde el 13 de noviembre) y que iba a ser sometido a una intervención quirúrgica el día 22. Algo que no corresponde con la información remitida por el hospital universitario Miguel Servet de Zaragoza al juzgado. De hecho, la Fiscalía llega a calificar de "falsa" dicha información sobre el estado de salud del sospechoso.

El edil no ha vuelto a asistir a ningún acto en el consistorio

Ignacio Magaña, exconcejal del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza, fue expulsado del partido por su presunta implicación en un caso de violencia machista dos días después de que fuera detenido por malos tratos, tras la denuncia que interpuso su esposa el 13 de noviembre. Sin embargo, mantiene su acta como concejal no adscrito, de manera que puede asistir a todas las comisiones que se celebren así como a las sesiones plenarias, donde tiene voz y voto.

Hasta la fecha, Magaña no ha aparecido por el consistorio zaragozano al encontrarse, supuestamente, de baja. Una situación que queda entredicho después de que el hospital Miguel Servet de Zaragoza comunicase a la Fiscalía que tan solo había sido atendido en Urgencias el pasado 27 de noviembre, día en el que recibió el acta.

Magaña tiene una larga trayectoria en las filas del PSOE. Fue diputado por Zaragoza en las Cortes Generales; asesor en la consejería de Desarrollo Rural del Gobierno de Aragón y de Presidencia en la Diputación Provincial de Zaragoza. Actualmente ocupaba el puesto de Secretario de Política Institucional de la Comisión Ejecutiva Provincial, del Comité Regional y era Secretario General de la Agrupación de Torrero. El concejal no adscrito renunció a todos sus cargos el 15 de noviembre, tras ser expulsado del partido. 


Visita a Urgencias

Según estas mismas fuentes, la Fiscalía volvió a solicitar información al hospital en la que se le comunicaba que, en caso de no recibir respuesta en el plazo de tres días se dirigiría al Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) para que un médico forense acudiera al centro para certificar el ingreso del denunciado. Un requerimiento que sí ha sido respondido y en el que se comprueba que Magaña solo estuvo en Urgencias el día 27 de noviembre, por lo que todas las explicaciones previas han resultado ser mentira.

Magaña, que fue expulsado del PSOE dos días después de la denuncia de su mujer, mantiene su acta como concejal no adscrito, aunque por ahora no ha aparecido por la casa consistorial ya que, en teoría, estaba ingresado.

Como adelantó este diario, los investigadores policiales de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) calificaron de "leve" la violencia psicológica sufrida por la esposa; de "muy grave" la física y concluyeron que "en los últimos seis meses se registra un aumento en la escalada de las agresiones o amenazas".

Uno de los episodios más violentos que relató la esposa de Magaña y que consta en el atestado al que tuvo acceso EL PERIÓDICO DE ARAGÓN sucedió el invierno pasado, cuando trató de abandonar el domicilio que compartían. Según explicó, "reaccionó de manera agresiva empujándome contra la cama, impidiendo que me pudiera mover al cogerme del cuello. Se marchó a la cocina, cogió un cuchillo, poniéndomelo en el pecho y diciéndome que por encima de su cadáver iba a salir de ahí".