No iba vestido de cura al volante, pero se identificó ante los agentes con su credencial del Obispado. Un sacerdote de 35 años de edad ha sido detenido de Alhama de Murcia tras ser sorprendido cuando conducía borracho por las calles de la localidad, indican fuentes cercanas al caso.

Los hechos tenían lugar sobre las tres de la mañana, cuando una patrulla de la Policía Local vio cómo un conductor efectuaba una maniobra prohibida en una céntrica avenida de la localidad. Por tal motivo era interceptado el conductor, que fue sometido a la prueba de alcoholemia. La citada prueba arrojó un resultado positivo de 0,83 mg/L.

El hombre, ya identificado como cura, fue trasladado a dependencias policiales para la instrucción del correspondiente atestado por la comisión de un delito contra la seguridad vial

"El sacerdote, ya en el interior de Comisaría de Policía Local, mostraba un estado de nerviosismo y agresividad que iba en aumento y obligaba a los agentes a usar la fuerza y reducirlo, hasta en dos ocasiones, debido a la resistencia que este ejercía", detallan las mismas fuentes. El motivo de su alteración, según manifestaba, era que tenía que marcharse para oficiar por la mañana una misa con motivo de un acto de la patrona de la Guardia Civil, la Virgen del Pilar, cuyas celebraciones se vienen celebrando estos días. 

El sospechoso, tras la elaboración del atestado, era citado para su puesta a disposición judicial. Dado que el coche había quedado inmovilizado, el cura llamó a otro sacerdote para que lo recogiese. El religioso no llegó a dormir en los calabozos.

El vigente Código Penal castiga la conducción bajo el efecto de bebidas alcohólicas o drogas con penas de cárcel de 3 a 6 meses o multa de 6 a 12 meses, que pueden sustituirse trabajos en beneficio de la comunidad.