Una asesora legal de José Luis Moreno detenida en la operación Titella relató ante la Policía que el productor se financiaba con "préstamos personales" y recordó "el ingreso de un señor de Bilbao que quería fomentar la carrera de su hija y se le dio le oportunidad de participar en algo".

Ésta investigada, Beatriz Sánchez, que dijo asesorar a Moreno como abogada laboralista desde 2004 y fue de las pocas que accedió a declarar ante la Policía, fue preguntada por cómo "enmascararon en la contabilidad de las distintas empresas los ingresos fraudulentos" presuntamente recibidos por Moreno a través de sociedades vinculadas a uno de los presuntos líderes de la trama, Antonio Luis Aguilera, según consta en el atestado policial al que ha tenido acceso Efe.

Su explicación fue que Moreno les decía que se trataba de préstamos que hacían a sus empresas porque querían invertir y afirmó que una compañera y ella "hablaron de la posibilidad de documentar los ingresos que se habían realizado, para establecer un calendario de pagos". Y es que, reconoció, "cuando José Luis necesita el dinero se acoge a lo que pueda" y así recordó el citado ingreso que hizo "un señor de Bilbao" para tratar de impulsar la carrera de su hija.

En esa búsqueda de financiación, según las diligencias policiales, Moreno pensó incluso en llamar "a las Koplowitz" cuando uno de sus colaboradores le comentó que conocía alguien que tenía unos cuadros para vender y le propuso también sondear a "gente que tiene bitcoins y a lo mejor les encaja tener una cosa de estas".

Ante esta situación, la asesora declaró que le recomendó a Moreno regularizarla y así justificó que contactara con el fiscalista Luis Romero para "limpiar" las sociedades del popular ventrílocuo, término que ella misma empleó en las comunicaciones que les fueron intervenidas. Con "limpiar" quiso aclarar que se refería a tener "una contabilidad de acuerdo con el Plan General Contable. Que los asientos contables estuvieran de forma correcta" y de este modo fue, cómo el fiscalista les indicó "un montón de cosas a ajustar" que después habló "con las chicas de administración de Moreno".

En su declaración policial también se desvinculó del control de la cuenta de Moreno, y negó tener acceso "a sus finanzas ni a nivel personal ni de sus empresas" y aseguró desconocer la existencia de una "facturación entre empresas del señor Moreno para evitar el pago de IVA" porque para eso tiene unos asesores fiscales. Moreno, añadió, "es el que dice lo que necesita", y si bien ella puede aconsejarle, no puede meterse en sus decisiones.

Tampoco se responsabilizó del pago de las facturas y aseguró que ni el concepto ni el importe lo decidía ella y que si lo decía era porque se lo indicaba Moreno y si él decidía que se gastaba un importe en un viaje ella no sabía si era lo necesario. Sobre la presunta confección de facturas ficticias para recibir las aportaciones que efectuaba el argentino Alejandro Roemmers como socio de Dreamlight International para la producción de una serie, explicó que de esas aportaciones hay partidas que iba a la sociedad Youmore, a viajes internacionales o proveedores y que desconoce si son "elevadas". Añadió no obstante que las facturas estaban justificadas, que eran viajes que estaban dentro de la producción y que Roemmers -que sería uno de los perjudicados en esta causa- "sería conocedor", ya que eran viajes para hacer "localizaciones".

La Policía atribuye a la trama de Moreno haberse apropiado de 16 de los 36 millones de euros que habrían sido estafados y habrían sido aportados por Roemmers con el pretexto de la realización de una producción cinematográfica. Todo ello a través de facturación fraudulenta de sociedades, "figurando el pago de este de 14 millones en acuerdos parasociales, habiendo sido entregado el resto a través de un préstamo participativo al que no estaría obligado a devolver".

En una conversación intervenida a dos colaboradores del ventrílocuo se oyó comentar que "al final 'El Moreno' se la ha liado a otro, a un argentino que ha puesto la pasta, una locura".