La Guardia Civil de Santa Marta de Tormes (Salamanca) procedió el pasado 27 de julio a la detención de una mujer de 33 años, natural y residente en la provincia salmantina, como supuesta autora de los delitos de estafa, apropiación indebida y contra la libertad individual por engañar, presuntamente, a una anciana de 83 años para comprarle su vivienda a bajo precio, quedarse con parte del dinero e ingresarla después, contra su voluntad, en una residencia para personas mayores. Según fuentes del Instituto Armado, el arresto se produjo como consecuencia de una investigación que se inició el pasado 21 de mayo. Entonces, algunos vecinos alertaron de la posible desaparición de su domicilio de una mujer residente en Santa Marta que carecía de familiares cercanos y mostraba indicios de deterioro cognitivo. Fue la Policía Local del municipio trastormesino quien localizó a la anciana en un centro de la también salmantina localidad de Villaverde de Guareña.

Los investigadores determinaron que la mujer había sido ingresada en la residencia por una supuesta conocida y como, en realidad, no quería permanecer allí, procedió a interponer una denuncia contra ella. Según la declaración de la anciana, la mujer, aprovechando una supuesta relación de amistad, le había comprado su piso, pero no sabía exactamente por cuánto, ni tenía en su poder el dinero. A juicio de los agentes resultó evidente que podía haber sido objeto de una estafa por su situación de desamparo.

De hecho, la investigación pudo determinar que la detenida, tras conocer a la víctima en un establecimiento comercial y haberle en algunas tareas ordinarias, se ganó su confianza. Así, aprovechando la carencia de allegados y los problemas cognitivos que presentaba, obtuvo la compra de su vivienda por un precio de 20.000 euros, muy por debajo de su valor de tasación y de mercado. Además, tras pagar dicha cantidad a la víctima, la acompañó a su sucursal bancaria para extraer de su cuenta corriente todo el dinero de la transacción en metálico, y se quedó con la mitad. Después, la ingresó en la residencia utilizando sus problemas cognitivos para convencer a los responsables del centro que, inicialmente, se mostraron reticentes.