El juez de guardia ha acordado libertad con cargos para los cinco miembros de una misma familia que el pasado lunes agredieron al personal sanitario y de seguridad del hospital Clínico de Zaragoza tras enterarse de que la madre de un recién nacido había sido privada de su guardia y custodia. Además, el magistrado les ha impuesto una orden de alejamiento del centro hospitalario. La agresión ha causado una gran preocupación en medios sanitarios de Aragón. De hecho, el personal del hospital Clínico de Zaragoza se ha manifestado a mediodía de este miércoles en la escalinata de acceso al centro sanitario para protestar por la agresión y exigir que se tomen medidas de protección que eviten la repetición de estos episodios violentos. La responsable de la junta de personal del Sector III, Mar Ramos, convocante de la concentración, ha señalado que varias enfermeras fueron atacadas y sufrieron lesiones leves y ataques de ansiedad y ha pedido que "se tomen medidas" y que "los autores de los hechos sean sancionados para evitar nuevas agresiones".

Tres agresiones mensuales

El gerente del Sector III, José Ignacio Barrasa, que se ha unido a la manifestación, al igual que el resto del personal de dirección, ha informado de que en su ámbito sanitario se producen mensualmente a razón de tres agresiones a sanitarios.

"Siempre ha habido agresiones a sanitarios e insistimos en que se denuncien todas para que se tenga una idea clara de su número", ha afirmado Ramos, que ha dicho que se va a mantener una reunión con la Administración mañana para abordar la situación. "Se trata de tomar todas las medidas necesarias para evitar nuevas agresiones de cualquier tipo", ha añadido la responsable dela junta de personal. Entre los agredidos había varias enfermeras, un doctor, una trabajadora social y los vigilantes de seguridad del Clínico, que fueron los primeros en reaccionar y redujeron a los agresores, que fueron detenidos por la Policía.

Revisar los protocolos

Los atacantes, miembros de una misma familia residente en Tauste y con numerosos antecedentes, rompieron las vitrinas de los extintores y otros elementos de cristal y luego se abalanzaron con afilados vidrios sobre los sanitarios y los guardias de vigilancia. Varios de los afectados sufrieron ataques de ansiedad y pequeñas lesiones, ha precisado Barrasa, que ha señalado que la dirección del centro está en contacto con los servicios jurídicos de la DGA para iniciar acciones legales si fuera necesario al margen de las que se emprenderán de oficio. Asimismo está previsto revisar el protocolo y analizar lo sucedido con Asuntos Sociales y otros departamentos para ver si hay aspectos que deben cambiarse en aras de una mayor seguridad.