Una niña se ratificó ayer, en declaración a puerta cerrada ante la Sección Primera de la Audiencia de Palma, en Mallorca, que un amigo de su padre abusó de ella cuando tenía cuatro años, siempre que se encontraban a solas en un piso de Manacor . El acusado, de 50 años, lo negó categóricamente y afirmó que «jamás sucedió». Asimismo, el progenitor de la pequeña se cuestionó que hubiera ocurrido lo que decía su hija. «Nunca la dejaba sola cuando le visitaba», subrayó. El fiscal pidió ayer cinco años y medio de prisión para el encausado por un presunto delito continuado de abusos sexuales.

Los hechos que se juzgaron ayer en la Sección Primera de la Audiencia de Palma tuvieron lugar, presuntamente, durante los meses y el año anteriores a septiembre de 2017. Entonces la menor contaba con menos de cuatro años de edad. La niña iba con sus hermanos los fines de semana a la casa de un amigo de su padre.

De acuerdo con la versión de la pequeña, el acusado la habría sometido a tocamientos en sus genitales durante dichas visitas. Estas se habrían materializado en los momentos en que se encontraban a solas.

Dos técnicos de la UVASI califican de "creíble" y "sin rastros de fabulación" el testimonio de la menor

El procesado, por su parte, negó tajantemente durante su comparecencia que tales abusos a la menor de corta edad se hubieran producido. «Eso jamás sucedió», recalcó. El encausado también se cuestionó la motivación que tendría la pequeña para realizar semejante acusación sobre él. «No sé por qué lo ha dicho. No se me pasa por la cabeza. Quiero que se haga justicia», abundó durante su alocución.

El acusado indicó en su descargo que los niños permanecían jugando en el patio mientras los padres estaban en el interior de la vivienda. «No les perdíamos de vista, porque todo estaba abierto. Se les veía jugar en línea recta», precisó.

No obstante, los padres de la niña dieron valoraciones bien distintas a las palabras de la niña. Así, la madre dio una total credibilidad a la denuncia de su hija e indicó que fue ella la que le contó estos hechos. El padre, en cambio, se cuestionó algunos extremos de su declaración. «Cuando íbamos a casa de mi amigo ella nunca se quedaba a solas», apuntó.

Las dos técnicos de la Unidad de Valoración de Abusos Sexuales de la Infancia (UVASI) del Consell de Mallorca que comparecieron en la sala coincidieron con la madre y dieron total credibilidad a las palabras de la niña. «No existen rastros de fabulación», puntualizó una de las especialistas.

En sus conclusiones, el fiscal aludió a la «coherencia» de la niña para ratificarse en su petición de pena. La defensa, por el contrario, insistió en que el delito no había quedado acreditado.