El hombre de 52 años detenido en Mazarrón tras, presuntamente, matar a otro de tres tiros es un exmilitar que acarreaba problemas mentales, informan fuentes cercanas a la investigación. El sujeto permanece en las dependencias de la Benemérita en la localidad costera y se prevé que pase a disposición judicial este miércoles en Totana.

El individuo, de nacionalidad española y arrestado anoche cuando intentaba escapar por la playa, perteneció al Ejército del Aire y estuvo en la base de Alcantarilla, aunque llevaba años desvinculado del mundo militar. La Policía Judicial del Instituto Armado le toma declaración para tratar de descubrir por qué, supuestamente, disparó varias veces a un vecino de 39 años al que, según las primeras informaciones, ni siquiera conocía.

La víctima cuyas iniciales son Y. B., llegó con vida al hospital y le intubaron en la Unidad de Cuidados Intensivos del Virgen de la Arrixaca, pero lamentablemente no pudo sobrevivir a las graves lesiones que presentaba. En su memoria se ha convocado mañana una concentración en la puerta del bar donde halló la muerte.

La víctima era un hombre de origen magrebí que tenía tres menores de edad a su cargo: un hijo propio y los dos hijos de su pareja, Andrea. Vecinos de la zona están impactados y consternados por la muerte de una persona a la que califican de "risueña y amable". "Tu familia se queda rota para siempre", lamentan.

Tensión en el cuartel de Mazarrón

Tensión en el cuartel de Mazarrón L. O.

Allegados de la víctima mortal del crimen de Mazarrón se personaban hoy en las dependencias de la Benemérita, donde permanecía el sospechoso, y protagonizaban escenas de tensión al sacar al individuo los agentes. El sujeto era trasladado a su casa, donde profesionales del Instituto Armado tenían previsto un registro, con el fin de intentar dar con pistas que posibilitasen el esclarecimiento de los hechos acontecidos anoche.

El relato del crimen

Los hechos tuvieron lugar en una cafetería de la Plaza del Muelle, en Puerto de Mazarrón. Testigos aseguraron que víctima y presunto agresor habían discutido minutos antes y que en la pelea volaron mesas y botellas del bar.

Después de disparar contra el hombre, que quedó malherido e inconsciente, el sospechoso huyó a pie del lugar del suceso. Fue entonces cuando los agentes de la Policía Local iniciaron su búsqueda y finalmente lo cogieron mientras trataba de darse a la fuga por la playa y aún con el arma de fuego en la mano. Procedieron a capturarlo y se lo entregaron a la Guardia Civil, cuya Policía Judicial ha asumido la investigación.

Se trataría del tercer crimen del año, tras el asesinato-suicidio de El Palmar en enero y la muerte a navajazos de Kevin en Jumilla en mayo.