Tres individuos, de 46, 56 y 59 años respectivamente, han sido condenados por la Sección Quinta de la Audiencia Provincial, con sede en Cartagena, por un delito continuado de tráfico de personas. Los sujetos eran socios de un burdel ubicado en el polígono industrial de La Palma, en Cartagena. en el cual forzaban a extranjeras a prostituirse para saldar una supuesta deuda que habían contraído con ellos por traerlas desde sus países de origen.

Dos de las víctimas son testigos protegidos. Ambas relataron el calvario que pasaron, desde que llegaron a la Región en avión y se encontraron con que estos individuos les dijeron que les debían 1.800 euros por traerla, y que tenían que ejercer la prostitución si querían conseguir el dinero con el que ‘comprar’ su libertad. 

Cuando las instalaron en el club, las compañeras les contaron que tenían que trabajar de cinco de la tarde a tres de la madrugada todos los días de la semana.

Cada servicio sexual le costaba al cliente 65 euros, de los que 20 se supone que iban para abonar la deuda. Tal y como se lee en el relato de hechos probados, si una mujer no podía trabajar un día porque estaba enferma, tenía que pagarles 45 euros a los socios.

Cada uno de los tres socios ha sido condenado a penas que suman ocho meses y quince días, pero no pisarán la cárcel: se suspende la ejecución de la sentencia a cambio de que no delincan en tres años y hagan sesenta días de trabajos en beneficio de la comunidad. A cada una de las chicas les darán 4.000 euros.