Tres hombres que llegaron en patera hace 48 horas al litoral de la Región acababan ayer delante del juez, acusados de un delito de tráfico de personas, indican fuentes cercanas al caso. 

El despliegue policial, con varios vehículos en los que fueron trasladados tanto los sospechosos como los testigos al Juzgado de Lorca llamaba la atención de los vecinos. Además de los tres imputados por, presuntamente, traer de forma irregular a extranjeros hasta el España, fueron trasladados a los juzgados de la Ciudad del Sol media docena de pasajeros de la patera, que fue la que llegó la Playa de Levante, en la localidad de Águilas, el jueves.

Tres furgones, con seis agentes, y dos zetas ‘tomaron’ los juzgados de la calle Padre Morote. Tras declarar los sospechosos ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nª 4, se ordenaba su traslado al penal de Sangonera.

En concreto, los tres sujetos eran enviados a prisión, comunicada y sin fianza, acusados de un delito de tráfico ilegal de personas. Uno de ellos, apuntan fuentes cercanas a la investigación, sería el patrón de la barcaza, mientras que otro se encargaría de manejar el GPS. 

En cuanto a los seis migrantes que también fueron llevados al juzgado, están considerados testigos protegidos y, a la salida, pasaron a disposición de una organización humanitaria. Así se contempla en el programa de acogida que tiene en marcha el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Siguen las llegadas

Dos pateras, con 26 personas a bordo, eran interceptadas de madrugada en aguas de Cartagena, una en Cabo de Palos y otra en la Playa del Pedrucho de La Manga, informa la Delegación del Gobierno.

La embarcación Río Cervera interceptaba la primera de ellas, sobre las doce de la noche, a dos millas náuticas al Sureste de Cabo de Palos, con 12 migrantes a bordo, todos varones mayores de edad. Por su parte, la Benemérita veía una segunda embarcación, a la una de la madrugada, con 14 inmigrantes en la Playa del Pedrucho, todos varones.

Cruz Roja los atendió in situ en Cabo de Palos y luego fueron llevados a Escombreras, donde los custodia la Policía Nacional. Desde Cruz Roja explicaron que ellos lo que hacen es atender a los migrantes allí donde se les intercepta, en este caso en Cabo de Palos. Que, si meses atrás miembros de la organización humanitaria sí se personaban en Escombreras, era por la emergencia humanitaria: llegaban muchas barcazas y la pandemia de coronavirus estaba en uno de sus peores momentos. Pero que ahora el protocolo es que no vayan y de los recién llegados se ocupe la Policía Nacional, Cuerpo que tiene las competencias exclusivas de Extranjería.

Los migrantes han dormido en el campamento de Escombreras y el protocolo marca que se les haga una PCR. Si alguno de ellos está contagiado con coronavirus, será ingresado en un centro hospitalario murciano y sus compañeros de barcaza tendrán que hacer cuarentena en el Hotel Cenajo, en el Noroeste de la Región.