Un valenciano de 49 años ha sido condenado a seis meses de prisión por un delito de maltrato animal por tener a cinco perros, de raza Pastor Belga Malinois, en pésimas condiciones de salubridad, sin ningún tipo de cuidado y con signos de desnutrición, caquexia y lesiones en un piso de Valencia.

Esta misma persona había sido condenada recientemente a otra pena de un año de cárcel por otro delito de maltrato animal al haber dejado morir a decenas de ovejas en una granja de su propiedad, en la localidad de Titaguas, que un programa de televisión bautizó con el nombre de la ‘granja de los horrores’, al encontrarse animales desnutridos y cadáveres en estado de descomposición, como informó en octubre de 2016 Levante-EMV.

No obstante, el cumplimiento de prisión de ambas condenas le ha sido suspendido al ser inferior a los dos años de cárcel y no contabilizarse en ninguno de los dos casos la reincidencia. En el caso concreto de la sentencia dictada ahora por el Juzgado de lo Penal número once de València, la juez le suspende la ejecución de los seis meses de prisión con la condición de que no delinca en el plazo de dos años, que realice 45 días de trabajos en beneficio de la comunidad relacionados con la protección animal y que pague los 3.700 euros de responsabilidad civil a la protectora Modepran que se hizo cargo de los animales y de los gastos del veterinario.

Asimismo se le impone una inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con animales, así como para la tenencia de los mismos por un plazo de tres años.

La pena hubiera sido mayor pero las partes llegaron a un acuerdo de conformidad en el que el acusado, Antonio P. P., reconocía los hechos. Según ha quedado acreditado, a principios de diciembre de 2019 el condenado tenía a cinco perros, tres adultos y dos cachorros, encerrados en una vivienda de su propiedad en la capital del Túria en pésimas condiciones de salubridad.

Este "omitió los mínimos deberes de cuidado inherentes a la posesión de un animal de estas características, descuidando su aseo y alimentación, atención veterinaria y esparcimiento callejero", según detalla el fallo. Cuando los agentes realizaron un registro domiciliario en el inmueble localizaron a tres de los canes en muy mal estado. "Presentaban pelaje sucio, sin brillo y quebradizo, deficiente hidratación cutánea con marcaje de las costillas, atrofia muscular, desnutrición, caquexia, y lesiones cutáneas antiguas por trato inadecuado".

La acusación particular, ejercida por Modepran, y representada por la letrada Pilar Llompart, ha logrado demostrar que el estado de nerviosismo, ansiedad y miedo que presentaban los perros se debía a la falta de contacto humano y a un posible maltrato físico.