Lo anunciaba al mediodía de hoy el delegado del Gobierno, José Vélez, en un comunicado: había dado «instrucciones para que se refuerce el dispositivo de seguridad de la Guardia Civil» de cara a la protesta convocada para la tarde, con el fin de que no se produzcan incidentes similares a los que se vivieron en la localidad de Jumilla ayer, cuando los manifestantes destrozaron coches de Policía y amenazaron a los agentes, a los que llamaron ‘asesinos’.

La noche de altercados se saldó, no obstante, sin arrestos. Los ánimos estaban tan caldeados que, si la Policía llega a actuar en este sentido, habría empeorado las cosas. Lo cual no quita que se estén revisando vídeos grabados por los presentes (en los que se ve, por ejemplo, a gente saltando sobre el capó de un vehículo policial) para tratar de identificar a los responsables de los mayores destrozos producidos.

En previsión de que las protestas se puedan recrudecer, miembros de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) del Instituto Armado toman el municipio este martes.

La alcaldesa de Jumilla, Juana Guardiola, hacía hoy un llamamiento a la calma: "Comprendo el dolor, pero el dolor no se puede transformar en venganza, porque eso ya no es justicia”.

"Permitieron que lo mataran"

Marta la novia de la víctima mortal, grabó con su teléfono momentos de la reyerta, en plena calle. El análisis de las imágenes servirá a los investigadores para tratar de esclarecer el crimen. Ella es crítica con la actuación policial y opinan que "había dos Cuerpos de Seguridad delante y permitieron que lo mataran". "Delante de ellos mataron a una persona", insiste.

Lo cierto es que la madrugada que mataron a Kevin, los agresores "actuaron con extrema violencia, siendo imposible contener su actitud e intenciones de agredir" al joven, que acabó muriendo en el hospital. Así se lee en el atestado del caso, que subraya que "la actitud de todos los intervinientes fue desafiante, desobedeciendo de forma grave y reiterada las indicaciones y órdenes que se les daban, llegando incluso a amenazarlos de muerte". De hecho, los policías y guardias civiles que intervinieron en la reyerta de Jumilla también acabaron lesionados, con golpes y arañazos: de ahí que a los cuatro detenidos, uno menor, ya encerrados, se les añada, a la lista de delitos que presuntamente han cometido, uno de atentado.

Inocente J. F., que fue capturado en el hospital, y sus padres eran llevados ayer a declarar en calidad de investigados al Juzgado de Guardia de Jumilla. Por la mañana, el menor de edad arrestado, hermano e hijo de los sospechosos, era enviado por el Juzgado de Menores, en Murcia, a Las Moreras como medida cautelar. El chico estará en internamiento cautelar semiabierto, aunque no podrá disfrutar de ningún permiso mientras dure la cautelar. Se le investiga por un delito de atentado y tres delitos de lesiones, confirman fuentes judiciales.

En cuanto a los tres adultos, tras horas declarando en su ciudad natal, el Juzgado de Guardia tomaba su decisión: mandaba a prisión provisional, comunicada y sin fianza, a los tres. Se investigan los delitos de homicidio doloso-asesinato, atentado a agentes de la autoridad (atacaron a los agentes), lesiones, amenazas y acoso. A Inocente J. F., además, se le investiga por maltrato habitual a su exnovia. A la abuela, investigada y no detenida, se le impone una orden de alejamiento para con Marta.