Los hechos que ahora llegan a juicio tuvieron lugar una tarde de agosto de hace ahora dos años, en un bloque de la calle Santa Rita, «zona de la ciudad donde se vende y trapichea con droga», como detalla un auto de la Audiencia Provincial que rechazaba el recurso de uno de los acusados. 

La víctima acudió al lugar con intención de consumir, como luego admitiría ante la Policía Nacional. Una vez allí, dos individuos, tal y como luego denunció, la tiraron a un colchón y la agredieron sexualmente, sin preservativo. También la golpearon. Todo en presencia de dos personas, un hombre y una mujer, que, asegura la víctima, no hicieron nada para parar la agresión. Herida y ensangrentada, logró salir de la vivienda, aprovechando que sus atacantes le dieron de lado y empezaron a beber cerveza, y llegar hasta la calle Cánovas del Castillo, vía en la cual un viandante la vio y avisó a Emergencias. Rápidamente llegaron al lugar agentes de la Policía Nacional y una ambulancia, cuyos sanitarios atendieron in situ a la víctima para llevarla al hospital más cercano, el Reina Sofía de Murcia.

La rapidez de los agentes de la Policía que hablaron con la víctima en la calle permitió arrestar apenas horas después a los presuntos autores de la agresión, ya que seguían en el bloque donde la víctima los había situado. Se detenía entonces a tres hombres, a los que la juez mandaba a prisión provisional, y a una mujer, que quedaba libre con cargos, investigada por omisión de socorro.

Los tres sospechosos pasaron en apenas horas de la cárcel al Virgen de la Arrixaca, ya que recibieron una brutal paliza propinada por otros presos del penal de Sangonera, casualmente en un espacio sin cámaras, lo que hizo inviable saber quiénes fueron los agresores de los presuntos violadores. 

Al mes siguiente, uno de los sujetos salía también de la cárcel, al explicar la víctima que fueron dos los que la violaron y que ese se limitó a mirar. También se sienta en el banquillo por omisión de socorro y se enfrenta, al igual que la mujer, a una multa. Los presuntos violadores, a más de una década entre rejas.