Absolución. Esa ha sido la sentencia que la Audiencia Provincial de Zaragoza acaba de comunicar a Aaron Jonás B. M., el joven vecino de la capital aragonesa que estaba acusado de amputar el pene a su compañero de piso el 8 de marzo del 2019. La Fiscalía insistía en solicitar la pena de 4 años de prisión, pero la abogada de la defensa, Claudia Melguizo, alegaba el cambio de versión de la víctima durante el juicio, quien acabó exculpando al procesado para pedir su absolución.

La Sección Primera del tribunal provincial señala en su sentencia que “no ha quedado probado con la certeza necesaria” que el encausado “cortara seccionara el pene” a Andrew porque “la prueba practicada en la vista oral no es suficiente para desvirtuar el principio de presunción de inocencia”. “El acusado y la víctima mantuvieron que el día de los hechos habían bebido y consumido droga y que en un momento dado Andrew llamó a la puerta de la habitación del encausado y le entregó el pene diciéndole: ‘lo he conseguido’”, destacan los magistrados que añaden que la víctima declaró que “dijo que Aarón Jonás le había amputado el pene porque pensaba que iba a pasarle algo si no decía lo que la Policía quería oír”.

“Como es sabido, la declaración de la víctima puede ser prueba de cargo suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia, pero en este caso no puede afirmarse que la declaración exculpatoria de Andrew haya sido persistente, pues ha cambiado varias veces la versión de los hechos de forma significativa”, recalca el tribunal. Ante el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón declaró dos veces que fue una automutilación y luego en el área de Psiquiatría del hospital en el que ingresó tras reimplantarle el pene afirmó lo contrario. Incluso añadió que fue a cambio de 200 euros y que iba a ser grabado y si la difusión del vídeo “salía bien”, el pago se incrementaría a 2.500 euros.

A ello suman los magistrados que los agentes de la Policía Local de Zaragoza que sorprendieron al joven ensangrentado en plena calle aseguraron que este les espetó sonriente: “Lo he hecho, lo he hecho”. Todo ello genera dudas en la Audiencia Provincial para condenar al encausado.

La Fiscalía solicitó que se dedujera falso testimonio contra la víctima, pero el tribunal no lo considera procedente. De hecho, en el fallo destacan el estado mental de la víctima.