Los hechos tuvieron lugar sobre las tres de la mañana del domingo, en la calle Víctor Jara de la localidad de Abanilla donde dos grupos, rivales desde hace tiempo, protagonizaron una reyerta armados con palos. «Iban a matarse», tienen claro testigos de lo sucedido. Delante, solamente dos policías locales que en aquel momento, ante la cantidad de gente, no pudieron arrestar a nadie y encima fueron increpados por algunos de los presentes.

En un momento dado de la riña, uno de los participantes, un varón, recibió un golpe «por detrás, a traición», por parte de un miembro de la otra banda. Se da la circunstancia de que el palo con el que le pegaron llevaba en un extremo una especie de gancho metálico, que le fue clavado al hombre en la cabeza y también le alcanzó en un ojo

A la zona de la pelea se desplazaron primero los municipales y luego agentes de la Benemérita para apoyarlos. También se llegaron a acercar policías locales de municipios cercanos. Los implicados se dispersaron y el autor de las lesiones más graves echó a correr. Asimismo, al lugar se trasladó una ambulancia del 061, cuyos sanitarios atendieron in situ al herido, para trasladarlo a continuación al Virgen de la Arrixaca de Murcia. Allí fue atendido por facultativos de sus lesiones en la cabeza y uno de los ojos, aunque el domingo ya recibía el alta médica. Horas después del suceso, las pesquisas del Instituto Armado daban sus frutos y se capturaba a tres personas: el presunto autor de la agresión y dos hermanos suyos, que supuestamente también participaron en la pelea multitudinaria, la cual violaba el toque de queda impuesto.

Los tres detenidos pasaron a disposición judicial ayer en el Juzgado de Instrucción Nº 2 de Cieza, en funciones de guardia, que acordó su libertad con cargos y les puso una orden de alejamiento de la víctima, manifiestan fuentes judiciales.