La Policía Judicial de la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación para tratar de esclarecer qué hay detrás del hallazgo que realizaba este martes un senderista en Sierra Espuña: restos óseos que, consideró, podrían ser de una persona, confirman fuentes cercanas al caso. Al día siguiente se confirmó que los huesos son eran humanos.

Un equipo de investigadores del Cuerpo se movilizó al lugar, en medio del monte, en el término municipal de Alhama de Murcia, después de que una persona que caminaba por la sierra por la tarde diese la voz de alarma, tras encontrar huesos.

Los restos mortales fueron descubiertos en una zona muy alejada del camino y no estaban enterrados. Se decidió que los investigadores del Instituto Armado iban a llevar a cabo la inspección ocular de la zona mañana por la mañana, cuando hiciese luz. No obstante, el forense que llegó esa noche a recoger los restos ya dijo que no eran de persona, sino de un animal. Probablemente una cabra.

Antes de pronunciarse el forense, se llegó a especular con la opción de que fuesen los restos de Alberto, el joven de Casas Nuevas desaparecido en 2018. Hasta su familia se pronunció al respecto.

El caso recuerda a lo que pasaba hace apenas dos semanas, cuando aparecían restos óseos en un monte de Lorca, también hallados por una persona que practicaba senderismo.

Dado el alto grado de descomposición del cuerpo, sin tejidos blandos ya, la persona podría llevar muerta años. No es la primera vez que aparecen por una zona de la sierra restos humanos sin estar completos, que no es sencillo que sean identificados. También se dificulta el trabajo del forense para determinar la causa del óbito, y si hay o no una muerte violenta detrás.

El destino de los restos es el Instituto de Medicina Legal de Murcia. Ahora el forense se centrará en estudiar las posibles lesiones óseas que presenten los restos, con el fin de tratar de averiguar la causa del deceso. Asimismo, se tomarán muestras de los huesos que se mandarán al Instituto de Toxicología. La prioridad, explican fuentes próximas a la investigación, es tratar de averiguar la identidad del finado, algo que esperan descubrir con el ADN. Si coincide con el de alguna persona desaparecida, o con el de sus familiares.