La Parroquia Virgen de la Paloma, que sufrió una explosión hace una semana y dejó cuatro víctimas mortales, ha desmentido "tajantemente" que existiera cualquier "tipo de anomalía" en la instalación o el mantenimiento de las siete calderas de gas.

Fuentes de la parroquia han explicado a Efe que en el momento del siniestro tanto la inspección del gas como los aparatos cumplían todos los requisitos legales establecidos para las calderas de estas características, menos de 70 kilowatios. Esta documentación fue entregada en la comisaría de Leganitos el pasado 21 de enero, un día después de la explosión del edificio, ubicado en la calle Toledo.

Desde la parroquia señalan que todas las calderas y la instalación habían pasado en el tiempo establecido todas las revisiones pertinentes y "nunca han sido manipuladas por nadie ajeno a la empresa encargada de su mantenimiento y revisión periódica".

Según dijeron a Efe fuentes cercanas a la investigación, tres de las siete calderas del edificio no estaba registradas en la Dirección General de Industria de la Comunidad de Madrid. Fuentes del Gobierno regional han explicado a Efe que la ley ha variado con los años y no todas las calderas tenían la obligación de ser registradas.

Los técnicos regionales analizan ahora la documentación presentada ya que deben conocer de qué año y con qué legislación fueron instaladas.