Rubén Pérez de Ayala, el sacerdote herido en la explosión de la calle Toledo de Madrid, ingresado en el Hospital de La Paz, ha fallecido esta madrugada lo que eleva a cuatro el número de víctimas mortales del siniestro, han indicado a Efe fuentes sanitarias.

El sacerdote fue ingresado este miércoles en este centro sanitario con quemaduras de carácter grave y ha fallecido a las 1.30 de esta madrugada, según ha confirmado la Archidiócesis de Madrid.

En el momento de la explosión, se encontraba junto a David Santos Muñoz revisando el estado de la caldera de gas del edificio, que llevaba un tiempo funcionando mal.

Pérez de Ayala fue ordenado sacerdote por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, el pasado mes de junio tras formarse en el seminario de Madrid.

La parroquia Virgen de la Paloma era su primer destino.

Con la muerte de este sacerdote se elevan a cuatro las víctimas del suceso, que costó la vida a cuatro hombres, uno de ellos David Santos, un feligrés que había acudido a arreglar la caldera.

Un retén de los Bomberos de Madrid permanece esta madrugada en la zona de edificio en el que se produjo este miércoles una fuerte explosión de gas, que causó también heridas a una decena de personas.

Según ha informado Emergencias Madrid, un equipo de bomberos ha quedado toda la noche en el lugar del siniestro de forma preventiva hasta que esta mañana se reanuden las labores de desescombro del inmueble.

La "brutal" explosión de gas se produjo en torno a las tres de la tarde de ayer en el edificio parroquial de la Iglesia de La Paloma, ubicado en el número 98 de la calle Toledo de Madrid, cuando se revisaba una caldera.

Los elementos inestables del edificio se concentran, los que son estructurales, en las últimas plantas, según el portavoz de los Bomberos, quien señaló que al caer la noche no se podían continuar los trabajos por la falta de visibilidad, además de la necesidad de activar maquinaria pesada, lo que se hará en la mañana de hoy.

Comienza la demolición del edificio

La demolición controlada de las plantas superiores del edificio siniestrado comenzarán este mismo jueves a primera hora, ha avanzado el delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes.

Así, ha detallado que acudirán grúas a las 8 horas para empezar la demolición de lo que queda en pie del número 98 de la calle Toledo. Hay que realizar esta operación "muy poco a poco" porque no se puede hacer desde dentro ante la imposibilidad de pisar esas plantas.

El alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ya había avanzado que estas plantas "tendrían que ser objeto de un derrumbe controlado". Además, los bomberos tendrán que revisar la pared medianera con la residencia de ancianos colindante, en la que nadie ha resultado herido.

Martínez-Almeida ha asegurado que "esta tragedia podría haber tenido una magnitud más considerable" al estar también al lado de un colegio. No había alumnos ya que el paso de la borrasca 'Filomena' había desaconsejado que acudieran a los alumnos.