La Guardia Civil terminó deteniendo, con la ayuda de la Policía Local, a tres de los veinte participantes en una fiesta ilegal que se celebraba en la madrugada de del sábado en una peluquería de Benetússer, en Valencia. La resistencia que ejercieron fue tal pese a verse descubiertos en plena ilegalidad sanitaria que dos de los guardias acabaron lesionados aunque, por fortuna, no han tenido que ser dados de baja por el médico.

El incidente se produjo en torno a las cuatro de la madrugada del domingo, cuando el 112 recibió varias llamadas de vecinos que escuchaban una fuerte algarabía en el interior de una peluquería del municipio que, obviamente, se veía cerrada desde el exterior. La Guardia Civil envió una patrulla al lugar y, cuando les abrieron desde el interior, los agentes se vieron sorprendidos por la presencia de alrededor de una veintena de personas en plena celebración, sin hacer uso de las medidas sanitarias de vigor —ni mascarillas ni distancia social— y haciendo caso omiso del toque de queda.

Cuando se les informó de que iban a ser denunciados por varias infracciones leves y graves, varios de ellos mostraron una fuerte resistencia y actitud desafiante, lo que obligó a los guardias a pedir refuerzos, así que acudieron más patrullas del instituto armado y de la Policía Local de Benetússer. Finalmente, los agentes se llevaron a tres de los participantes detenidos —dos por resistencia y uno, por atentado— y dos de los guardias —los primeros que habían acudido— resultaron con heridas leves. Además, fueron propuestos para sanción por faltas leves (no usar la mascarilla) y varias graves.