Los Mossos d'Esquadra han detenido a un miembro dels Castellers de Barcelona por abusar sexualmente de ocho menores, según fuentes consultadas por 'El Periódico'. Se trata de un hombre cuyas iniciales son E.P., alguien "significado" dentro de la colla, en palabras de su actual presidente, Ramon Gil, que en el pasado había ostentado cargos de responsabilidad dentro del colectivo, el más antiguo de la ciudad y del que forman parte más de 300 personas. El sospechoso ha pasado a disposición judicial este martes y ha quedado en libertad con cargos y medidas cautelares.

La primera alarma saltó en agosto del 2019, cuando diversos menores verbalizaron lo ocurrido a otro miembro de la junta y los padres trasladaron las quejas a la colla. Hasta entonces, no había existido ninguna sospecha. "En absoluto", remarca Gil. La junta comunicó a E.P., que ronda los cincuenta años, que debía abandonar la colla.

Según Gil, los padres contactaron con la unidad especializada del Hospital de Sant Joan de Déu, que dispone de profesionales preparados para tratar a víctimas menores de edad que han sufrido abusos sexuales, y con la Fundació Vicki Bernadet. La junta celebró una asamblea extraordinaria que contó con la presencia de trabajadores del hospital que guiaron a las familias sobre cómo proceder. La Fiscalía, al detectar indicios claros de abusos, activó a los Mossos d'Esquadra en febrero del 2020, poco antes de un estallido de la pandemia de covid-19 que ha dilatado la investigación.

Lo que ha aflorado durante este último año es que el sospechoso, valiéndose del alto grado de confianza que la colla había depositado en él dada su trayectoria y su carisma, invitaba a las menores a dormir a su casa. Eran fiestas que no inquietaban a las familias y que, eso parecía, entusiasmaban a las chicas. Del relato de varias de ellas ha acabado emergiendo la cara oculta. E.P. les hacía masajes en ropa interior, entraba en el baño mientras se duchaban e incluso, según el testimonio de algún de ellas, se había hecho tocamientos en su presencia.

El presidente de los Castellers asegura que ha sido un tema "de alta complejidad" que han tratado de la mejor manera posible y ha lamentado asimismo que un entorno de confianza como la colla haya sido escenario de estos supuestos delitos. El colectivo afirma que ha acompañado "a todas las personas afectadas" durante todo el proceso y que está trabajando para crear un protocolo que evite los abusos en el futuro.