El Equipo Roca de la Guardia Civil busca en el norte de Tenerife al ladrón de La casa de papel. Se trata de un varón que ha intentado robar varias veces oculto tras una máscara similar a la popularizada por la serie española de Netflix. La diferencia es que su objetivo no es la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre: son los aguacates de una finca de La Matanza de Acentejo.

Las primeras pistas las dejó el pasado sábado, 10 de octubre. El propietario de la finca, Enrique Chávez, recuerda que ese día detectó que 5 de las 26 cámaras instaladas en los 41.000 metros cuadrados de cultivos se habían desconectado. Dos estaban destrozadas, otras dos con los cables arrancados y una quinta había sencillamente desaparecido. Al momento, el encargado y el propietario empezaron a visionar las imágenes captadas por el circuito de seguridad.

Fue el pasado martes cuando lo encontraron tras horas de visionado. El hombre que parece manipular el sistema de seguridad aparece tan solo unos segundos cubierto con la máscara de La casa de papel. Además de desactivar las cinco cámaras, abrió un hueco en la verja. No se sabe bien si tenía intención de robar o si estaba preparando una acción inminente. Pero lo cierto es que tras una revisión de los cultivos no se llevó nada.

El miércoles volvió a aparecer otra pista. El encargado de la finca se topó, cuando todavía no había amanecido, con alguien que merodeaba entre los aguacateros con una linterna. Entiende que pudo ser el mismo que aparece en las imágenes. Huyó nada más verse descubierto. Enrique Chávez ha puesto estos hechos en conocimiento de la Guardia Civil, incluidas las capturas de las cámaras y otras pruebas.

Este productor tinerfeño de aguacates sabe muy bien cómo operar ante una amenaza de este tipo. De hecho, conoce perfectamente qué son capaces de hacer los integrantes del Equipo Roca de la Guardia Civil, unidad especializada en la protección de las explotaciones agrarias que alaba por su apoyo a los agricultores. Fueron los mismos que localizaron y detuvieron al hombre que entre septiembre de 2017 y mayo de 2018 se obsesionó con asaltar esta misma finca de La Matanza.

Aquella investigación del Equipo Roca permitió demostrar que J. G. P. asaltó una y otra vez durante meses los aguacateros de Chávez. Llegaron a interceptarlo dos veces en su vehículo con varios sacos de aguacates recién sustraídos. En total, desaparecieron 8.500 kilos de los 12.000 previstos para aquella cosecha. Los peritos tasaron las pérdidas en más de 26.000 euros. “Los agentes del Equipo Roca y en general de la Guardia Civil hicieron un gran trabajo. Gracias a su tesón se localizó al ladrón, que nos tuvo en vilo durante meses, y hubo sentencia”, asegura Enrique Chávez.

El Juzgado de lo Penal número 2 de Santa Cruz de Tenerife condenó en julio de 2019 a tres años y medio de prisión a este hombre como autor de un delito de robo con fuerza continuado, así como a indemnizar al propietario de la finca con 26.400 euros por los aguacates sustraídos y los daños materiales generados para acceder a las citadas huertas. El sentenciado cumple la condena. Enrique Chávez solo ha cobrado 500 de esos 26.400 euros.

Los robos se han convertido en una pesadilla para los agricultores canarios, en especial para los que se dedican al aguacate. Es una fruta con un alto valor nutricional, muy cotizada en la gastronomía y que se da muy bien en Canarias. Los aguacates canarios, de hecho, han ganado prestigio por su calidad en el mercado nacional e internacional. Todas estas razones los han colocado también como un objetivo muy preciado del mercado negro. No hay un balance oficial sobre los daños pero sí algunas estimaciones de los últimos tres años: en islas como Tenerife, La Palma y Gran Canaria los agricultores llegan a perder más de 50.000 euros anuales.

De ahí que productores como Enrique Chávez se hayan visto obligados a invertir miles de euros en instalar sistemas de seguridad en sus plantaciones. "No he recibido ayudas para poder instalar y mantener esta red de cámaras. Además, los seguros no cubren los robos de aguacates. Muchos agricultores nos sentimos indefensos. Si ya de por sí es difícil cultivar con las plagas, el mal tiempo y los pocos márgenes que da el mercado, ahora se suma este problema de los robos", se queja el dueño de la finca de La Matanza.

El ladrón de La casa de papel apenas ha esperado a la primera recogida de aguacates tras el parón del verano para actuar. El Equipo Roca ya ha visitado la finca para avalar la denuncia y recoger nuevas pruebas. Chávez espera que con su denuncia y las actuaciones del cuerpo de seguridad se pueda evitar que este hombre de la máscara vuelva a actuar en sus terrenos o en cualquier otro. Pero con el inicio de una temporada más de esta fruta no será el único sitio en el que habrá que estar vigilantes. Las acciones de los ladrones de aguacates se reproducen ante la preocupación del sector primario.Arriba, aguacates recuperados por la Guardia Civil tras el asalto a una finca de Los Llanos de Aridane, en La Palma. Abajo, el ladrón con la máscara de 'La casa de papel', captado por las cámaras de una finca de La Matanza.