El Gobierno de Aragón ha indemnizado con 107.387 euros a una paciente por las secuelas que sufrió después de que, en una operación, le dejaran olvidada una compresa quirúrgica en el interior de su cuerpo, aunque la defensa reclamaba una indemnización superior, de 211.785 euros.

La Asociación Defensor del Paciente, que tramitó el caso a través del abogado Ricardo Agoiz, ha relatado en un comunicado que la afectada, Francisca M.R., vecina de Huesca, de 49 años, se sometió a una intervención quirúrgica el 30 de enero de 2013 y fue dada de alta a los dos días pese a sufrir fuertes dolores en la zona operada.

Después, el 13 de febrero, al retirarle las grapas quirúrgicas en su centro de salud, advirtieron un bulto extraño y fue remitida de nuevo al hospital, donde fue derivada a consultas de Ginecología, manifestando que era un simple hematoma.

Tuvo que ser la paciente, de forma insistente, la que exigiera que le practicaran más pruebas ante la gravedad de lo que le ocurría, hasta que el 10 de abril fue reintervenida y se le extrajo una compresa quirúrgica que había quedado olvidada en su cuerpo de la anterior operación.

Debido a las gravísimas secuelas de la infección, que precisan tratamiento con estupefacientes para calmar el dolor, la afectada ha sido declarada en situación de incapacidad permanente absoluta para todo tipo de trabajo.

El informe de la Inspección Médica del Gobierno de Aragón manifestó que se trató de un caso de iatrogenia evitable, atribuible a defectos en el contaje de material.

Por su parte, el Consejo Consultivo de Aragón emitió un dictamen favorable a la reclamación y establecía una indemnización de 211.785 euros, que ahora el Departamento de Sanidad ha rebajado a 107.387 euros.

La defensa entiende como "injustificable" esta "escasa valoración", ya que la paciente "ha visto destrozada su vida personal y profesional", y ha iniciado un proceso ante el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) para que dicha indemnización se ajuste a lo estipulado por el Consejo Consultivo.