El incendio que se originó sobre las 18.20 horas de este viernes en la zona de La Catela, dentro del municipio de Garafía (La Palma), ha sido dado por estabilizado sobre las 18.30 horas de este domingo, unas 48 horas después de su inicio.

Así lo ha indicado el consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, Julio Pérez, durante una comparecencia a las 20.00 horas para informar de la evolución que contó con la participación del presidente del Cabildo, Mariano Hernández Zapata; del director técnico de Extinción del Gobierno de Canarias, Jorge Parra; y del delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana.

En cuanto al incendio, se mantiene con un perímetro de entre 16 y 17 kilómetros y ocupando una superficie que ronda las 1.200 hectáreas. Asimismo, el terreno quemado se estima en 800 hectáreas de pino canario, pastizal, matorral y algunos cultivos de viñedo, además de alguna vivienda, donde ha explotado alguna bombona por el fuego, sin que haya lamentar pérdidas humanas o animales.

El consejero canario de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad, Julio Pérez, ha subrayado en una comparecencia esta noche que ante la mejoría en la evolución del incendio mañana se procederá al repliegue de parte de los medios terrestres que estos días han ayudado a combatir las llamas, pero se mantendrán los aéreos.

En cuanto a las aproximadamente 300 personas residentes en Garafía que fueron evacuadas, el consejero advirtió de que esta noche no podrán volver a sus casas y mañana se evaluarán las condiciones técnicas para el regreso que, en todo caso, señaló, no puede ser voluntario ni desordenado.

"El incendio sigue activo y el peligro no ha desaparecido, por lo que se mantiene el nivel 2 en la coordinación del siniestro, esto es, la responsabilidad y la gestión corresponden al Gobierno autónomo, pero el fuego está perimetrado, ha sido domado, domesticado hasta una situación próxima a su control y ojalá pronto a su extinción", puntualizó Pérez.

De hecho, indicó el director técnico de Extinción del Gobierno de Canarias, Jorge Parra, un incendio que en un primer momento pudo tener un potencial de quema de entre 10 y 15.000 hectáreas finalmente ha afectado a un perímetro de 16 kilómetros, que abarcan unas 1.200 hectáreas.

Sobre la superficie pasto de las llamas los once medios aéreos que combaten el incendio han efectuado este domingo unas 300 descargas que han vertido aproximadamente 500.000 litros de agua.

Subrayó el consejero que no se ha producido ningún daño personal pero sí se han quemado algunas viviendas, en algún caso por explosión de bombonas de butano.

Las carreteras siguen cortadas excepto la LP-109 de Las Mimbreras, mientras que el corte de la LP-1 se traslada a la zona de Los Franceses, y se mantiene la evacuación del Observatorio astronómico del Roque de los Muchachos, pues "la mejoría es notable, pero el peligro subsiste", y esta noche trabajarán unas cien personas en refrescar el terreno.

Mañana actuarán unas 200 personas entre brigadas forestales y de Parques Nacionales y un pelotón de la Unidad Militar de Emergencias, mientras que el segundo se replegará a su base en Gran Canaria.

También retornarán los bomberos y brigadas forestales de Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote.

"El incendio entra en una nueva fase que debe conducir a su final", puntualizó el consejero, quien también recordó que mañana habrá "una pequeñita ventana" para reforzar los trabajos de refresco antes de que en la tarde del martes vuelvan a subir las temperaturas.

El presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández Zapata, agradeció "la lealtad" de todas las administraciones que han aportado medios para combatir el incendio, empezando por el Gobierno central y el canario.

El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, recordó que tres ministerios han aportado medios terrestres y aéreos y señaló que en las primeras horas del incendio se tomaron las medidas adecuadas, lo que ha demostrado "que la solidaridad funciona, y para bien. En Canarias tenemos la máquina engrasada".