El incendio forestal que afecta al norte de La Palma se extiende ya a lo largo de 16 kilómetros, afectando a unas 1.200 hectáreas, de las que aproximadamente 400 están totalmente calcinadas. Así lo hizo público el presidente regional, Ángel Víctor Torres, tas la reunión de coordinación con los distintos efectivos intervinientes.

Ya son más de 400 personas las que trabajan en el frente del fuego, apoyados desde el aire por ocho medios aéreos, a los que en las próximas horas se sumarán tres hidroaviones provenientes desde Salamanca, Málaga y Torrejón de Ardoz.

Torres apuntó a que la Guardia Civil ya tiene abierta una línea de investigación sobre el origen del fuego, teniendo localizado el lugar exacto de su inicio, y esperando poder aclarecer las causas en las próximas jornadas.

En relación a los medios intervinientes, el presidente regional adelantó que se ha solicitado al Gobierno de España un segundo Kamov, que llegará el lunes, así como dos brigadas compuestas por 40 personas que llegarán mañana. Del mismo modo, trabajan en la zona 63 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias, con base en Tenerife, y durante la tarde llegarán otros 58 efectivos que vienen de la UME desde Gran Canaria con más vehículos. También se ha solicitado la incorporación de efectivos militares con base en Sevilla, que llegarán durante el domingo.

La solidaridad entre las islas está siendo la tónica en el desarrollo de este incendio, aportando los distintos cabildos medios a los equipos de extinción.

Torres señaló que hasta once barrios de Garafía han tenido que ser evacuados y que durante la mañana y primeras horas de hoy se ha desalojado el Roque de Los Muchachos y hay alerta de preaviso para desalojar Tijarafe y Puntagorda acorde a como avancen el fuego. También hay la posibilidad de que los vecinos de Santo Domingo sean confinados en sus viviendas.

El presidente regional destacó que "estamos ante un incendio en el que es importante que no haya viento y también la orografía del mismo es difícil definir cuál es la cabeza y la cola". Añadió que "en estos momentos se trabaja en un principio de anticipación, esperando antes de que antes de que el viento cambie, hacia las 18:00 horas, poder contener el fuego por debajo de la LP-1 y evitar que suba a cumbre, donde sería más difícil controlar y se convertiría en un incendio de otras características".

Por su parte, el director de Emergencias del Gobierno de Canarias, Jorge Parra, destacó que "la sensación que nos dio fue de un incendio roto", con muchos focos, haciendo hincapié en que "Garafía tiene fuertes barrancos y muchas pendientes. La orografía es la que nos está dando más problemas".

Los medios de extinción están centrando todos los esfuerzos en la carretera, para evitar que la supere. "Ese es el primer objetivo", dijo Parra, quien añadió que "luego tenemos otra estrategia con el posible cambio de tiempo, que haga que el avance sea hasta Santo Domingo, donde están colocados Bomberos Urbanos".

Añadió que suele "ser optimista, pero tampoco hay que bajar la guardia". "Estamos en el momento más complicado del calor y viento", dijo, y "sin ser pesimista, sin bajar la guardia, habrá que estar muy pendiente de la meteorología para intentar contener el incendio en la zona actual".

Por último, Parra señaló que "podemos tenerlo controlado, pero hasta el lunes o martes, con el cambio de temperaturas no podremos estabilizarlo". Destacó que "estamos fuera de la capacidad de extinción, el fuego comenzó en esa ola de calor, y hablar de estabilizado o controlado, desde ya, va a ser bastante imposible porque las condiciones no nos lo van a permitir". Concluyó indicando que "trabajamos para contenerlo lo antes posible. Ahora no hay brisa, y aunque el humo dificulta el trabajo, no hace que se extienda".