Un hombre que conducía un autobús robado provocó en la madrugada de este domingo destrozos en coches y motocicletas que se encontraban estacionados en la calle en Benidorm, a lo largo de un recorrido de unos dos kilómetros.

El vehículo de transporte colectivo de viajeros se encontraba junto a la salida de Benidorm por la antigua N-332 en dirección a l'Alfàs del Pi. Según pudo saber Diario Información, hacia las 3.40 horas de la madrugada el individuo entró en la instalación y, de una forma que a última hora del domingo no había transcendido, logró acceder al cuarto donde se guardaban las llaves de los autocares, pudiendo finalmente abrir y poner en marcha uno de ellos.

A continuación, salió del aparcamiento y, en lugar de huir por la antigua N-332, que hubiera podido parecer más fácil, se dirigió hacia el casco urbano y condujo de forma temeraria durante cerca de dos kilómetros. En el camino fue causando daños importantes en un gran número de coches y motocicletas que se encontraban aparcados en la calle, como ponen de manifiesto las fotografías y vídeos que trascendieron durante la jornada de ayer. El ladrón se adentró en el barrio de Els Tolls, pasando junto a la sede de la Policía Local, uno de cuyos vehículos también resultó embestido por el autocar. El individuo fue finalmente detenido en la avenida de Bélgica, perpendicular a donde está el retén, aunque no trascendió el punto exacto donde fue interceptado.

Fuentes municipales confirmaron en la tarde de este domingo que esta persona -de la que sólo se sabía, y no de forma oficial, que tal vez pudiera ser un turista extranjero- permanecía detenida. No obstante, se desconoce si el robo del autobús tuvo una motivación, y si el ladrón por alguna razón decidió llevar el autobús hacia el casco urbano y, más en particular, hasta las inmediaciones de la Policía Local, que no se encuentra en una calle principal ni en una zona especialmente transitada aunque sí en plena zona urbana y llena de edificios de viviendas. De hecho, de haber sido más pronto hubiera podido haber personas en la calle, cuya integridad física podría haber corrido peligro por esta conducción temeraria.