La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha ordenado la búsqueda y detención de Alberto R. M., pastor de una iglesia evangélica con sede en Valencia, por los presuntos abusos sexuales a una menor de quince años. El acusado, para el que la Fiscalía solicita una pena de seis años de cárcel, se encuentra en paradero desconocido después de no presentarse el pasado lunes al juicio en el que tenía que responder por los delitos que se le imputan, abuso sexual continuado a persona menor de 16 años y amenazas leves.

El procesado se habría prevalido de su condición de pastor de la citada congregación religiosa para acercarse e insinuarse a la menor "con ánimo libidinoso", según el Ministerio Público, aprovechando que la adolescente acudía regularmente a los actos del culto. El acusado, de 58 años y nacionalidad nicaragüense, le decía que "estaba muy guapa y que ya tenía edad para tener novio".

Así, en enero de 2018, se produjo uno de los episodios de abusos que relata la víctima en el interior de un coche de camino al hospital. Según el relato de hechos del fiscal, al saber que la menor y su abuelo tenían que acudir a visitar a un familiar hospitalizado, el pastor, "con el pretexto de visitar a su esposa ingresada en este mismo centro hospitalario", les acompañó en el vehículo. Estando la menor sentada en el asiento del copiloto el acusado presuntamente habría tratado de introducir su mano por dentro del pantalón de la niña, sin lograr su propósito al apartarle ésta el brazo.

"Que guapa eres y que cejas más bonitas tienes", le dijo nuevamente a la menor una vez en el hospital estando los dos a solas, con idéntico ánimo lascivo, para acto seguido agarrarlas con sus brazos y atraerla hacia él para darle un beso en los labios. La adolescente le rechazó y se apartó rápidamente "poniendo distancia entre ambos", aclara la Fiscalía.

El presunto abusador siguió insistiendo hasta que logró darle un beso, sin llegar a introducirle la lengua, "al cerrar la niña fuertemente los labios", la menor le recriminó su acción y les contó a sus familiares lo que había ocurrido.

Tras acudir por sorpresa a casa de la niña y cuando ésta se disponía a entrar en el edificio, el acusado la amenazó: "Esto no va a quedar así, te vas a enterar quién soy yo", le dijo con evidente tono intimidatorio por haber revelado lo ocurrido a sus familiares. Desde entonces la menor tiene miedo y tuvo que pedir ayuda a sus amigos para que la acompañaran a casa por si aparecía nuevamente el pastor de la congregación.

Además de los seis años de prisión y siete más de libertad vigilada por un delito continuado de abuso sexual a menor de 16 años, el ministerio fiscal solicita una multa de 900 euros por un delito leve de amenazas por estas frases intimidatorias. De igual modo pide siete años y medio de alejamiento para que no se aproxime a menos de 300 metros de su víctima.