El correo electrónico de una madre preocupada a la dirección de denuncias por pornografía infantil de la Policía Nacional inició en 2017 la investigación que culminó con ocho detenidos y un total de ocho víctimas identificadas de entre 12 y 16 años.

Los arrestados estaban vinculados entre sí por una menor de 13 años a la que todos ellos acosaban. Uno de los investigados ha sido detenido dos veces en el proceso de la investigación, la primera de ellas por acosar a una menor de 12 años en la provincia de Alicante. Otro de los arrestados hasta consiguió abusar sexualmente de la menor, dado que residía a pocos kilómetros de la víctima.

Una conocida marca de lencería

Los agentes comprobaron la existencia de un perfil en las redes sociales donde se anunciaba una conocida marca de lencería femenina en busca de chicas, menores de edad, que quisieran ser modelos.

El primer paso de los investigadores fue localizar el origen de los anuncios que captaban a las menores. Las pesquisas los condujeron hasta un hombre de 24 años que habría insertado diversos anuncios en Internet haciéndose pasar por un comercial de lencería femenina y agente de modelos.

El joven fue detenido con anterioridad por acostar a una menor de 12 años en Alicante, a pesar de que en aquella ocasión, según relatan fuentes policiales, «sus progenitores le retiraron todo el material informático a su alcance». El arrestado logró eludir esas medidas y accedió a internet a través de su consola de juegos. Una vez detenido declaró que «no podía detener su conducta compulsiva para la obtención de imágenes sexuales de menores de edad».

La investigación simultánea de diferentes sospechosos reveló a la policía diferentes estrategias que utilizan los acosadores para ganarse la confianza de las niñas. Así, uno de los detenidos, de 33 años, se hizo pasar por mujer para ganarse la confianza de una de las menores. Después fingió tener una enfermedad terminal y le expresó su deseo de que conociera a su mejor amigo para poder concertar una cita y un posible encuentro sexual. Otro varón de 29 años se ganó la amistad de la víctima, a la que aconsejaba sobre sus problemas cotidianos. Tras unos meses de amistad reveló su edad y le aseguró que si dejaba de hablar con él se sentiría muy dolido, iniciando un claro juego de chantaje emocional. La Policía explicó que gracias al sentimiento de culpa que provocó en la víctima, consiguió material de contenido sexual y datos personales para propiciar un encuentro que los agentes lograron evitar.