Un gatito de apenas año y medio se ha debatido entre la vida y la muerte después de recibir una treintena de perdigonazos repartidos por su pequeño cuerpo en Petra. El veterinario que le asistió logró que el minino salvara milagrosamente la vida. No obstante, el felino podría fallecer a largo plazo por una posible intoxicación por el plomo alojado en su organismo. El dueño ha denunciado la agresión a su mascota a la Guardia Civil.

El salvaje ataque al gatito de corta edad tuvo lugar el pasado 14 de octubre en Petra. El propietario del animal, de nacionalidad suiza, se encontraba en su finca cuando salió sobresaltado al escuchar un disparo. No obstante no encontró al presunto autor de las detonaciones.

El hombre se encontró a su pequeño gato que caminaba con dificultad, con una ostensible cojera en sus patas traseras. El animal había sido acribillado desde un globo ocular hasta la cola.

Las principales lesiones que presentaba el felino a simple vista eran múltiples heridas a lo largo del lateral izquierdo del cuerpo. También los perdigones le habían afectado a un globo ocular y presentaba un acceso perianal.

El dueño llevó de inmediato el felino al veterinario para que interviniera de urgencia al animal. El facultativo Marcos Marcos Makowski, especializado en gatos, fue el encargado de extraer las decenas de proyectiles incrustados en el pequeño cuerpo del minino.

Por fortuna ninguno de los treinta perdigones disparados contra el pequeño gato habían afectado a ningún órgano vital. "El animal evoluciona favorablemente de las heridas", precisó. Pese a este halagüeño diagnóstico, el felino se enfrenta a un futuro incierto. "A largo plazo podría sufrir una intoxicación por la gran cantidad de plomo que ha tenido alojado en su organismo.

Envenenamiento progresivo

Este envenenamiento por plomo tarda un tiempo considerable en manifestarse. De hecho cuando ya parece que el animal se encuentra completamente recuperado de sus lesiones, los efectos tóxicos pueden aparecer súbitamente y acabar con su vida.

Con el parte facultativo del veterinario, el dueño del pequeño gato acudió a las dependencias del cuartel de la Guardia Civil de Vilafranca para interponer la correspondiente denuncia por un presunto delito de maltrato animal. Sin embargo, los agentes del instituto armado tendrán serias dificultades para identificar y dar con el paradero del presunto autor de los disparos, ya que el denunciante no le había conseguido ver, tras escuchar la detonación.

Solo los gatos asilvestrados pueden ser abatidos en días hábiles de caza. Ninguna de estas dos circunstancias se daban en el brutal ataque con perdigones al pequeño gato en Petra.

Ataque

El ataque al gato con la escopeta de perdigones se produjo en la finca de Petra o en los límites de la misma a menos de 100 metros de la casa. A esta distancia se encuentra terminantemente prohibido disparar contra un animal, pese a que esté permitido. La víctima era un felino esterilizado y solo está autorizado abatir a los asilvestrados. También es un requisito imprescindible que la caza se haga en un día hábil y los hechos ocurrieron un lunes.